La ansiedad crece un 34% en España y ataca el doble a mujeres. La mayor prevalencia ajustada por edad aparece en Canarias
El último Informe del Sistema Nacional de Salud (SNS), publicado por el Ministerio de Sanidad, concluye que más de un tercio de la población padece algún trastorno mental. En estos casos, destaca que el más frecuente es la ansiedad, que ataca el doble a las mujeres que los hombres. En dos años, coincidiendo con la época postpandemia, su prevalencia ha aumentado un 34% en dos años. Una cifra que, en el caso de los menores de 25 años, alcanza casi el 41%.
Ante esta situación, la nueva titular de Sanidad, Mónica García, ha situado como el primer eje de su política la salud mental con el objetivo de elevarla a pacto de estado.
Los datos confirman cómo la salud mental se ha deteriorado progresivamente en los últimos años: si justo antes de la pandemia, en 2019, la prevalencia de los trastornos de este tipo era de 324,8 por cada 1.000 habitantes, dos años después fue de 369,5.
Sexo, edad, momento vital y localización, determinantes en la salud mental
Además, según los datos, depende del sexo y de la edad. Mientras la tasa en hombres fue de 332,2, la de mujeres se situó en 405,3. Asimismo, la frecuencia aumenta con los años -los valores más bajos se dan en el grupo de 0 a 4 años (91,4) y los más altos entre los 90 y los 94 (578,4)- siguiendo «un patrón por sexo definido», ya que durante la infancia y adolescencia afectan más a los hombres, y en la juventud y etapa adulta a las mujeres.
En esta línea, la situación tampoco es igual según la comunidad. En este caso, la mayor prevalencia ajustada por edad aparece en Canarias (458,1); Comunidad Valenciana (455,7) y Murcia (426,7), cuando la nacional es de 357,2. Por el contrario, Castilla-La Mancha (93,3) y Euskadi (293,3) presentan las cifras más bajas.
Ansiedad, sueño y depresión
Pese a que el 37% de la población padece algún problema de salud mental, a partir de los 75 años, el porcentaje se eleva al 50%, siendo la ansiedad el problema más acuciado. Ante esta situación, en 2021, los centros de atención primaria diagnosticaron 126,9 casos/1.000 habitantes, un 33,7 % más que dos años antes. Así, la sufren el doble de mujeres que de hombres (165 frente a 87), aunque en ambos casos se ha duplicado desde 2016, cuando la tasa femenina era de 78,9 y la masculina de 40,3.
En términos generales, cerca del 17 % de las mujeres y del 9 % de los hombres padecen este trastorno, que alcanza su pico en el grupo de mujeres de 50 a 54 años.
Además de la ansiedad, los trastornos del sueño y depresivos también han aumentado entre la población. Los primeros se han disparado un 58,8% (de 49,6 en 2016 a 78,8 en 2021), mientras que los segundos han subido casi un 20% (de 39,1 a 46,8).
Menores de 25 años
El trastorno más frecuente en menores de 25 años es también la ansiedad (35,7), que en ese bienio subió un 40,7 %, aunque en este caso va sucedida de los trastornos específicos del aprendizaje (31,2) y los problemas hipercinéticos (26,5), que se han incrementado un 36,2 % y un 11,9 %, respectivamente.
Uso de medicación y antidepresivos
Esta situación ha provocado que España sea el país de mayor consumo de benzodiacepinas del mundo. En la última Encuesta Europea de Salud, un 10,8% de la población respondió haber tomado algún tranquilizante en las últimas dos semanas. Y en este apartado, las mujeres, con el 29,6%, vuelven a doblar a los hombres.
Según datos del Ministerio de Sanidad, el año pasado las oficinas de farmacia dispensaron con cargo al SNS 98,81 dosis diarias de antidepresivos por cada 1.000 habitantes y día (DHD, la unidad de medida estandarizada más habitual para calcular el uso de cualquier medicamento), un 22,85% más que en 2018 (80,43).
Aunque con enormes diferencias por comunidades: mientras Galicia llegó a las 146,78 y Asturias a 144,57, Madrid apenas registró 81 y Navarra y La Rioja poco más de 91.
Un repunte menor presentaron los hipnóticos y sedantes, en los que las DHD han aumentado de las 32,55 de 2018 a las 35,21 de 2022.
Más profesionales de la salud mental
Actualmente, España cuenta con 4.393 psiquiatras en el sistema público, lo que arroja una ratio a 9,27 por 100.000 habitantes; si se suman los 1.036 residentes en formación -aunque no todos la acaban ni los que la culminan terminan ejerciendo-, la cifra sube al 11,5, pero no alcanza aún los valores óptimos de entre 13 y 15.
«Voy a trabajar con ahínco para llegar a grandes pactos urgentes y necesarios; uno de ellos debe ser el pacto de Estado por la salud mental», aseguró García durante su toma de posesión el pasado lunes en la misma línea del compromiso que una semana antes había lanzado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su discurso de investidura.
La aspiración del Ejecutivo, apuntó su jefe, es que «no haya un solo ciudadano que necesite ayuda psicológica y no pueda tenerla».
En cálculos de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPM), es preciso incorporar entre 370 y 565 psiquiatras al año durante el próximo lustro -al menos 1.850 en cinco años- para alcanzar una ratio óptima que garantice la atención de la creciente demanda en salud mental.
Igualmente, existen cerca de 9.000 psicólogos clínicos, pero solo un 30% ejerce en la sanidad pública.
A diferencia de la anterior, todavía no hay una especialidad específica dirigida a niños y jóvenes, y eso en un país en el que el uso de tranquilizantes en menores de 30 años se ha triplicado y el número de suicidios entre los adolescentes de 12 a 17 años ha escalado un 32,35 % entre 2019 y 2021.