Esta semana triunfará el amor y la pasión por la gastronomía canaria en ‘Como en Casa’, de lunes a viernes a las 19:50 horas en TVCanaria
El programa de gastronomía de Televisión Canaria comienza la semana del amor en el Asador El Mirador. Un restaurante ubicado en Guía, Gran Canaria, que apuesta por la cocina tradicional y a la parrilla con productos de nuestra tierra. Fernando Jiménez y Ester Suárez son la pareja responsable de su éxito y quiénes han convertido a este asador en una visita obligatoria de todo el que pase por la carretera de Moya a El Palmital.
Junto a ellos, Kiko Barroso y Catha González cocinarán un cachopo de queso de flor de Guía y morcilla de Teror y se retarán para ver quién hace el mejor mousse de limón.
Un auténtico flechazo es Dulces Mimila, una pastelería artesanal con productos elaborados a mano y con mucho cariño. Continuando la tradición desde 1962 y guiados por las manos de Camila Darias y su hija Carmen Luisa en Tecina, La Gomera.
En esta empresa familiar trabaja la cuarta generación de reposteros y su línea de productos se centra, fundamentalmente, en los dulces y galletas tradicionales de la isla de La Gomera, manteniendo viva la tradición y el sabor único de la isla. Su compromiso con la calidad y la atención al detalle les ha posicionado como uno de los referentes en la repostería tradicional gomera.
Cupido no podrá seguir su viaje sin pasar antes por Jazz Club Mozart, un rincón gastronómico donde disfrutar del arte de Didier Vanderstappen, un cocinero belga con una larga trayectoria en la alta cocina que decidió instalarse en Fontanales, donde presume de la calidad de los productos Kilómetro cero de su huerta. Sus colegas lo llaman Ratatouille, ya que lo elabora todo artesanalmente. Hace mantequilla, como embutidos que ofrece en su restaurante y se define como un gran trabajador, emprendedor y excelente persona.
Amor a primera vista será el coquelet con salsa baconesa y el tiramisú gourmet que nos enseñará a preparar Daniel Orihuela, chef ejecutivo de Loopy’s. El deleite para todos los sentidos y la perfecta armonización de la nostalgia más afectiva junto con la apuesta ilusionante, lo vuelven a convertir en un lugar único. Sin duda, sus continuos guiños a la cocina tradicional, supera con creces el reto tras la reapertura: una oferta gastronómica propia, adaptada a los clásicos que siempre han existido en el Loopy’s.