La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife impone penas de dos y tres años de prisión a una red de tráfico de drogas en El Hierro
La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife condena varias penas de prisión a 7 herreños por tráfico de cocaína. La sentencia incluye el pago de una multa de 22.100 euros.
El grupo fue investigado por la Guardia Civil al intervenirle 300 gramos de cocaína, 95 de hachís y 53.000 euros en total, un vehículo y los efectos que servían para fabricar la droga.
Registro de los domicilios
En el registro del domicilio del dirigente del grupo, encontraron 40.000 euros en efectivo escondidos en un falso techo del garaje. Mientras, en otra vivienda, 95 gramos de hachís y 260 de cocaína con una pureza que llegaba al 81%, y que habría alcanzado 18.300 euros.
También, hallaron una nota manuscrita con cantidades anotadas, 9.400 euros y una báscula de precisión, por lo que una vez detenido entró en prisión provisional.
En la casa de otro los acusados encontraron casi 15 gramos de cocaína con un valor de casi 1.000 euros. Por último, en otra casa, hallaron, 12 gramos de cocaína, dos de hachís con un valor de 764 euros y 2.350 euros y en uno más 80 gramos de cocaína, con un valor de 731 euros.
Las viviendas se situaban en los municipios de El Pinar y Frontera, menos la del principal encausado que estaba en La Restinga.
Las investigaciones comenzaron en 2019
En 2019 comenzaron las investigaciones del cuerpo armado al tener conocimiento de que era el principal grupo de distribución de cocaína en la isla. Desde La Restinga distribuían la droga a todo el territorio insular.
Los agentes comprobaron que los detenidos eran los más activos en el tráfico ilícito de sustancias estupefacientes en El Hierro.
Según el escrito de la Fiscalía, “sin lugar a dudas los encausados son los que venden más cantidad de cocaína, llegando a controlar el mercado insular”.
De esta manera se procedió a detener a seis hombres y una mujer a los que se atribuía haberse puesto de acuerdo con el propósito de realizar la venta, especialmente de cocaína, bien de forma individual o como grupo.
Cabecilla de la red
Uno de ellos era el componente principal y encargado de introducir la droga en la isla y distribuirla entre los demás integrantes, especialmente a cuatro de ellos, y venderla a los consumidores directamente de manera que para hacer las entregas se valía de dos vehículos con los que hacía las entregas en vía pública.
Fruto de esta actividad, este acusado obtenía ingresos suficientes para cubrir sus gastos diarios de manera que prácticamente no utilizaba el sueldo que cobraba por su trabajo habitual.
Otro de ellos también actuaba como principal vendedor o intermediario contando con horarios fijos y descansando el domingo, a la vez que abastecía al resto de miembros cuando el principal componente no estaba, mientras que su hermana colaboraba en los días que no operaba o en otras ocasiones.
La venta principal de droga constituía la fuente de ingresos regular de uno de los acusados, quien carecía de otro tipo de ingresos.
El Ministerio Público consideró probado que entre ellos también adquirían la droga a los dos principales procesados y la revendían a los consumidores habituales y algunos ejercían labores de seguridad y de dirección.
