Científicos del IEO resaltan la «sorpresa» por la colonización y la resiliencia de algunas especies
La rápida colonización del nuevo sustrato en la colada del volcán de La Palma y la resiliencia de algunas especies, ha sido una sorpresa y es una gran noticia para la recuperación de la zona, ha dicho este viernes David Díaz, vicedirector científico del Instituto Español de Oceanografía (IEO).
Explica David Díaz que la rápida colonización y la resiliencia se han observado durante las inmersiones que un equipo científico del IEO-CSIC han hecho en La Palma con motivo de la primera temporada de seguimiento integral de los hábitats y especies protegidas mediante buceo científico y por medio de censos visuales en las cuatro demarcaciones marinas de España.
Una campaña que ha finalizado con inmersiones en la colada del volcán de La Palma, y en la que han participado más de 50 científicos del Instituto Español de Oceanografía, dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación.Este trabajo está previsto en el proyecto de Estrategias Marinas, y se trata del mayor estudio a escala espacial de los litorales en España, indica David Díaz.
Se visitará cada dos años para ver la evolución de fauna y flora
Los científicos han puesto fin a este año de buceo con una campaña en La Palma, en la que han recorrido todo su litoral, y que han concluido con el estudio de los hábitats bentónicos de la colada del volcán Tajogaite y que, al igual que el resto de puntos de buceo, será visitado cada dos años para estudiar la evolución de su fauna y flora.
Menos de un año después del fin de la erupción, los dos nuevos deltas lávicos presentan una cobertura algal muy elevada, no solo de algas anuales y de rápido crecimiento como del género Lophocladia, Cotoniella y Dyctiota, sino también algas calcáreas incrustantes que, en algunas zonas, han tapizado casi por completo el nuevo sustrato.
Los científicos han constatado también como algunas colonias de especies de lento crecimiento y de especial interés para la conservación como los corales negros han sobrevivido incluso quedando a escasos centímetros de la lava. Se han observado también abundancias significativas de peces, erizos, crustáceos y otros organismos móviles en ambos deltas.
«Una sorpresa y una gran noticia para la recuperación de la zona»
“La rápida colonización del nuevo sustrato y la resiliencia de algunas especies ha sido una sorpresa y es una gran noticia para la recuperación de la zona”, explica David Díaz.
El seguimiento de la evolución de este nuevo sustrato permitirá conocer su dinámica desde el inicio y estudiar el rol que juegan las comunidades adyacentes en la tasa de colonización, añade Díaz.
Añade datos sobre la campaña, durante la cual se han realizado en todo el país más de 1.200 inmersiones, que han cubierto gran parte del litoral, especialmente en las demarcaciones del Mediterráneo, Sudatlántica y Canarias donde la cobertura espacial ha sido muy amplia.
En la demarcación marina Noratlántica, en este primer año, solo se ha podido bucear en Cantabria, pero se ampliará el próximo año a todo el territorio.
Objetivo del proyecto
Los principales objetivos de este proyecto son evaluar el estado de las comunidades bentónicas de fondos rocosos -aquellas que viven fijadas al sustrato- como corales, gorgonias, esponjas o ascidias, y hacer censos de los peces y cefalópodos.
También se estudian, de forma particular, especies protegidas y con muestreos más intensivos para las que están en peligro de extinción como Pinna nobilis; y otros objetivos son recabar información sobre la presencia de especies invasoras y basuras, así como estudiar hábitats de especial interés como las cuevas submarinas o las praderas de angiospermas como la Posidonia oceanica.
Los puntos de muestreo se han seleccionado siguiendo un gradiente de exposición a diferentes presiones antrópicas y, en cada una, se recorren diferentes profundidades, desde cinco metros de profundidad, hasta los 40 metros en algunos casos.
Nuevos métodos para el seguimiento de los hábitats
Además, durante estas campañas se están poniendo a punto nuevos métodos para el seguimiento de los hábitats que combinan las observaciones directas mediante buceo con el uso de imágenes de satélite, vehículos submarinos, drones, fotogrametría y sistemas de detección basados en inteligencia artificial, agrega el IEO.
“En la zona litoral se encuentran los hábitats que están expuestos a mayor número de presiones humanas como la pesca, vertidos urbanos, fondeo, navegación y uso turístico, entre muchas otras”, apunta Díaz.
“Muchas de las especies de estos hábitat son muy sensibles a estas presiones y un programa de seguimiento a largo plazo es esencial para determinar su estado de conservación y poder adoptar medidas eficientes y evaluar su respuesta con el fin de conseguir un buen estado ambiental de nuestros mares”, explica el científico.