Desde el pasado lunes, continúan las operaciones de destrucción de coladas y retirada de lava para recuperar las conexiones en el cruce de La Laguna
Según Stavros Meletlidis, vulcanólogo del IGN, “son unas obras inéditas dentro de la ingeniería y la vulcanología”
Retirada de lava del cruce de La Laguna
Las operaciones de destrucción de coladas y recuperación de carreteras en el barrio de La Laguna, en La Palma, continúan desde el pasado lunes.
Según Stavros Meletlidis, vulcanólogo del IGN, “son unas obras inéditas dentro de la ingeniería y la vulcanología”.
La primera fase de las actuaciones previstas consiste en la liberación del cruce de La Laguna dirección Tazacorte. En dicho punto quedaron sepultados unos 100 metros de carretera por una colada que lleva inactiva desde hace cinco semanas y que se espera culminar en un periodo máximo de dos semanas.
Las siguientes fases se centrarán en continuar los trabajos desde La Laguna dirección El Paso -Camino de la Cruz Chica-. Aquí habría aproximadamente 200 metros de carretera que recuperar.
Presencia de las Admnistraciones
El lugar de trabajo ha sido visitado este jueves por el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres acompañado de la consejera de Seguridad del Cabildo de La Palma, Nieves Rosa Arroyo, y la alcaldesa del municipio de Los Llanos de Aridane, Noelia García.
El titular del ejecutivo canario ha señalado que la prioridad es recuperar la conectividad con obras como esta.
Finalizada la erupción, la emergencia continúa
Sobre la vuelta de los vecinos a sus hogares, Torres ha recordado que la emergencia continúa aunque la erupción ha terminado. Todavía se debe comprobar tanto la ausencia de gases nocivos y la seguridad de las estructuras que han podido verse comprometidas.
El proceso de destrucción de las coladas, a pesar de ser complejo, “va bien encaminado” ha explicado Amilcar Cabrera, ingeniero de caminos del Cabildo de La Palma..
La dureza del basalto consolidado en las partes más profundas de la colada no suponen un problema mayor para la maquinaria que se está utilizando.
«Cuanto más dura es la roca, más fácil resulta quebrarla” ha explicado Cabrera.
Estos trabajos sobre la colada cuentan con la supervisión del personal de la UME realizando labores de medición de gases, científicos del IGN con mediciones de temperatura y bomberos para el enfriamiento del terreno.