Los hechos tuvieron lugar en 2021 durante un trayecto de guagua en Tenerife, cuando la víctima tenía 15 años de edad

Un hombre ha aceptado la pena de cuatro años de cárcel por un delito de abuso sexual a una menor de 16 años durante el trayecto de una guagua en Tenerife y a la que también deberá pagar 2.000 euros por los daños morales.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 15:30 del 29 de mayo de 2021 cuando el acusado subió a una guagua en la que también había accedido poco antes la joven que entonces tenía 15 años y junto a la que se sentó pese a que había otros sitios libres.
Entonces, según la sentencia, comenzó a preguntarle dónde vivía y se interesó por los pantalones vaqueros que llevaba e introdujo su mano entre los rotos del mismo y acarició su muslo por lo que la joven se quedó bloqueada.
La víctima tuvo que bajarse de la guagua
El procesado continuó y la cogió por un brazo y le tocó el pecho, pidiéndole ella que la dejara tranquila, pero éste en vez de parar intentó abrazar a la chica y besarla en la cara mientras le decía que estaba buscando novia y que le gustaban las chicas jóvenes.
Cuando la guagua se paró, la menor decidió bajarse aunque aún no había llegado a su destino, siendo entonces seguida por el acusado hasta la vía pública, momento en el que pidió ayuda a uno de los viandantes y fue atendida por personal de un comercio cercano.
Una vez identificado el procesado gracias a las descripciones que dio la denunciante y las personas que la ayudaron, se procedió a su detención.
El acusado es reincidente
A lo ocurrido se suma la circunstancia de que el varón de 57 años es reincidente en este tipo de delitos y ya estuvo condenado en 2018 a dos años y medio de cárcel por una agresión sexual en grado de tentativa.
La sentencia, que es firme, también incluye la prohibición de que el acusado pueda dedicarse a actividades deportivas, docentes o de tiempo libre que conlleve contacto regular con menores durante tres años y tampoco podrá acercarse a la víctima a lo largo de otros tres a menos de 500 metros.
Igualmente, tendrá prohibido comunicarse con ella durante dos años por cualquier medio, todo ello una vez que salga de prisión, a la vez de que permanecerá en libertad vigilada a lo largo de otros cinco.
