El programa que presenta el humorista Juan Luis Calero visita esta semana talleres y asociaciones de costura del Archipiélago
Televisión Canaria emite este sábado 1 de febrero, a las 20:00 horas, una nueva entrega de ‘Deja ver’, el programa que cada semana ahonda en las tradiciones, oficios y aficiones de las Islas desde el humor y el respeto.
El toque de humor y picaresca lo ponen los ya famosos personajes a los que, desde hace décadas, da voz y vida el presentador Juan Luis Calero. En esta ocasión, “la señora”, “el caballero”, el poeta don Ezequiel y el entrañable Dioni dialogarán sobre costura tradicional con los protagonistas de este nuevo episodio, que lleva por título «Tejemanejes».
Camisa graciosera
Para empezar este episodio tan lucido, el programa arrancha su singladura desde La Graciosa, donde la conejera María Jesús Páez, conocida como «Chuchi», se afana en terminar las camiosas gracioseras que le encargan desde diversas parte del mundo.
Y es que «Chuchi» es la guardiana de esta tradicional prenda graciosera, hecha con retales de colores y que antiguamente utilizaban los pescadores para proteger la tela del sol y las embestidas de tantas horas de trabajo a la intemperie.
El oficio de la sastrería
En Santa Cruz de Tenerife resiste uno de los talleres de costura con más solera del Archipiélago, donde el afamado sastre Manuel Acosta ha diseñado y creado prendas artesanas para multitud de clientes, entre los que se encuentran los mismísimos Sabandeños, con quienes trabajó durante 29 años.
En la intimidad de su taller, este sastre de corazón sabandeño rememorará sus comienzos en el oficio, el legado de su madre y abuelas y algunas de las prendas más características que ha creado, entre las que destaca la icónica manta esperancera que viste a la agrupación folklorica chicharrera.
Un legado centenario
En La Palma mantiene vivo el legado de la vestimenta tradicional canaria la modista y artesana María del Carmen Felipe. Además de confeccionar trajes típicos para romeros y romeras de las ocho Islas, esta artesana del bordado tradicional imparte clases y talleres para enseñar el oficio a las nuevas generaciones, única forma de conservar el legado de nuestros antepasados.
Más que un trabajo es una forma de vida y una lucha constante para rescatar del olvido viejas mañas, estilos y tradiciones. Y es que sólo para confeccionar una falda, dedica más de cien horas de minucioso trabajo. De los pormenores de su tarea diaria, de sus orígenes y planes de futuro hablará este sábado en una nueva entrega de ‘Deja ver’.