La ermita ha sido desalojada por el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife para la preservación de sus bienes
Esta acción conjunta con el Consorcio de Bomberos de Tenerife se debe al estado de conservación de la ermita y la hacienda situada en Anaga, declarado Bien de Interés Cultural (BIC).
Se trata de una intervención de urgencia, que incluye la evacuación, la restauración y el depósito de los bienes vinculados para garantizar su salvaguarda. Se da respuestas así, a una demanda histórica por parte de la vecindad de Taganana.
Ubicación complicada
La compleja ubicación de esta hacienda del siglo XVII ha requerido la colaboración de los bomberos para trasladar tres bienes. Se trata del lienzo de la Virgen de Candelaria, su marco-retablo de madera y la escultura de San Gonzalo de Amarante. Elementos con un valor cultural significativo con más de trescientos años de antigüedad.
La propietaria también ha cedido a las Administraciones Públicas tres esculturas de pequeño formato que fueron retiradas de la ermita con anterioridad. Exactamente, dos imágenes de Cristo crucificado y una vera efigie del Cristo de Tacoronte. Tras las labores de restauración serán custodiados por la Diócesis Nivariense en la Ermita de Santa Catalina en Taganana de manera provisional.
Rescate de los bienes
El equipo de restauración y conservación liderado por Candelaria García y personal técnico del Gobierno de Canarias se encargaron de preparar el traslado. “Ha sido un proceso bastante complicado pero muy gratificante” porque “era urgente sacarlos de aquí para restaurarlos en las mejores condiciones”, asegura la restauradora.
La Hacienda de Las Palmas de Anaga, fue BIC en la categoría de Monumento en 2014. Constituye un magnífico ejemplo de arquitectura rural histórica de la isla, siendo una de las haciendas rurales más antiguas que se conservan en este entorno. Su caserío está vinculado al auge del cultivo del viñedo durante el siglo XVII, como centro de explotación agrícola y vivienda temporal del propietario, mientras que la ermita anexa satisfizo los servicios religiosos del vecindario disperso del lugar.
Esta intervención de urgencia es la primera fase de un proyecto más amplio. Se valorarán las distintas posibilidades que ofrece este complejo arquitectónico a pesar de su estado ruinoso. El Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife tienen el propósito de mantener su colaboración de cara a futuras propuestas que impulsen la recuperación de la historia del Macizo de Anaga.