Una de cada cuatro familias españolas se ha visto obligada a reducir su gasto en productos y servicios de diversa índole para poder hacer frente a la subida de los precios de los alimentos, según una encuesta realizada por Facua
El encarecimiento de los alimentos, explica la organización de consumidores en un comunicado, ha provocado que el 65,3 % de los encuestados haya reducido su gasto en bares y restaurantes, el 58,7 % en viajes, el 47,1 % en ropa y calzado, el 45,3 % en productos culturales, el 18,9 % en suministros de luz, agua y gas, el 12,6 % en transportes y el 11,8 % en telecomunicaciones (telefonía e internet).
El sondeo sobre la evolución de los hábitos de consumo en los dos últimos años ha sido realizado entre el 15 de enero y el 6 febrero, y han participado 3.334 consumidores de toda España.
Baja el consumo de ternera y pescado
En cuanto a los hábitos de consumo de distintos alimentos, el porcentaje de familias que consume ternera una o más veces en semana ha bajado 15 puntos con respecto a hace dos años, ya que entonces era el 32,9 % y actualmente el 17,6 %.
Por el contrario, el 82,3 % de las familias sólo consume esta carne cada dos semanas o con menor periodicidad y, de ellas, el 30 % no lo hace ni siquiera una vez al mes o directamente no la compra.
Una situación parecida ocurre con el pescado, ya que hasta hace dos años el porcentaje de familias que decía consumirlo al menos una vez en semana era el 67,6 %, mientras que ahora es el 43,3 %, y el porcentaje de familias que directamente no lo consume aumenta del 5,0 % al 10,9 %.
Disminuye también el consumo de pollo
Aunque menos acusado, el consumo de pollo varios días a la semana también disminuye del 73,3 % que lo hacía al menos una vez cada siete días al 60,9 %, mientras que su consumo cada dos semanas o menos aumenta del 26,6 % hasta el 38,9 %.
Un 62,3 % dice consumir actualmente fruta fresca de cuatro a siete días a la semana, un porcentaje inferior al de hace más de dos años (77,7 %).
Situación similar ocurre con los lácteos, pues del 76,6 % que los consumían de cuatro a siete días por semana antes se ha pasado al 63 %.
Las familias han optado por alimento de inferior calidad
La encuesta también revela que el 62,7 % de las familias ha tenido que sustituir alimentos por otros de inferior calidad para abaratar el precio de la cesta de la compra.
De ellos, el aceite de oliva, con un 42,5 %, es el producto que más ha sido intercambiado por otro de inferior calidad, seguido del pescado, con un 37,6 %.
A más distancia se encuentra la carne (31 %), las frutas, verduras y hortalizas (24,7 %) y las conservas (21,4 %).
En la cola se encuentran las legumbres, el arroz y otros cereales (13,8 %) y los alimentos ultraprocesados, con un 12,7 %.