Las fechas más idóneas para ver el cometa son del 27 al 29 de septiembre mirando al horizonte hacia el este y del 10 al 12 de octubre, tras el ocaso, en este caso mirando hacia el oeste
El ‘cometa del siglo’ ya se ha dejado ver por el cielo de Canarias y con algo de suerte se podrá ver con más claridad a mediados de octubre. Aunque para esos días tendrá algo menos de brillo. Algunos afortunados ya han podido verlo e incluso inmortalizarlo. Las imágenes son asombrosas.
El cometa será más visible conforme se vaya alejando del Sol pero irá perdiendo brillo. Su órbita va en sentido opuesto al de la rotación de los planetas que giran alrededor del Sol. Eso lo hace todavía más especial porque la mayoría va en sentido contrario.
Fechas de observación
Habrá dos periodos en los que las condiciones de la observación serán idóneas: del 27 al 29 de septiembre, antes de que la primera luz del amanecer impida verlo, mirando al horizonte hacia el este; y del 10 al 12 de octubre, tras el ocaso, en este caso mirando hacia el oeste.
A partir del 12 de octubre, explica Alfred Rosenberg, astrofísico divulgador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), el cometa será más visible conforme se vaya alejando del Sol pero irá perdiendo brillo.
Una de las particularidades del ‘cometa del siglo’, apunta Rosenberg, es que su órbita es hiperbólica, frente a la de la mayoría, que es parabólica, y va en sentido opuesto al de la rotación de los planetas que giran alrededor del Sol; es decir, «viene hacia nosotros».
Calcula que lo más cerca que estará de la Tierra será el 12 de octubre, a aproximadamente media unidad astronómica, unos 70 millones de kilómetros.
Los expertos confían en que sea uno de los cometas más brillantes de las últimas décadas por varias razones: por su aproximación, por su tamaño, con aproximadamente 5 kilómetros de diámetro, y porque probablemente se trata de un «cometa primerizo», lo que hace que tenga bastante hielo en superficie fácil de evaporar.
Para verlo desde Canarias, Rosenberg aconseja poner el despertador a las 6.50 horas y mirar al horizonte en dirección este, por donde sale el Sol, lo cual será «más que suficiente para verlo«.
Quienes lo hagan apreciarán en el cielo «no un punto brillante, sino más bien una coma, una manchita, y posiblemente una sutil cola en dirección opuesta al Sol». Eso sí, su movimiento será imperceptible para el ojo humano.