El Gobierno de Canarias ha puesto a disposición del Cabildo de La Palma un total de 13 equipos fijos de medición de gases para ser instalados en los núcleos urbanos que permanecen evacuados y pendientes de realojar. Todo con el objetivo de evitar la exposición de la población a gases tóxicos.
Los equipos han sido facilitados por la Dirección General de Seguridad y Emergencias y han sido entregados al Cabildo palmero, que gestiona actualmente la emergencia provocada por el volcán de Cumbre Vieja.
La Consejería ha indicado que el objetivo es seguir garantizando la monitorización de los gases que continúa emanando el volcán.
Los equipos, cuatro balizas y nueve sensores, se colocaron la semana pasada en espacios abiertos y cerrados de El Remo y Puerto Naos, en los Llanos de Aridane; La Bombilla (Los Llanos de Aridane y Tazacorte), y la zona norte del Camino José Pons La Jurona, en El Paso.
Estos instrumentos pueden ser reubicados rápidamente y transmiten continuamente datos de localización y lecturas de gases.
Se persigue que la vuelta a las viviendas sea segura
La vigilancia de gases en los núcleos urbanos aún evacuados se hace necesaria para zonificar aquellas áreas y viviendas que deben permanecer balizadas sin posibilidad de acceso. También permite identificar las fincas donde se podría acceder de forma progresiva con acompañamiento, equipos de detección de gases y protocolo de evacuación.
Además de continuar con la monitorización de gases y analizar la evolución de los valores, con la instalación de estos equipos se pretende asegurar que la vuelta a las viviendas se pueda realizar de forma controlada y segura. El objetivo es garantizar la integridad física de las personas.
Las balizas tienen una autonomía de 100 días
Las balizas miden en tiempo real oxígeno (O2), inflamables, monóxido de carbono (CO), dióxido de carbono (CO2) y sulfuro de hidrógeno (H2S). Tienen una autonomía de 100 días, lecturas de gas en 10 segundos, conectividad celular y ubicación por satélite.
Dos de ellas se han instalado en La Bombilla, en zona exterior, y las otras dos, en Puerto Naos, una en zona exterior y otra en el interior de un edificio de viviendas.
Todas ellas transmiten los datos directamente al programa informático de monitorización en el Puesto de Mando Avanzado o Centro de Coordinación Operativa Insular (Cecopin). Fue puesto en marcha por el Cabildo palmero al hacerse cargo de la gestión de la emergencia.
Los sensores miden en tiempo real oxígeno (O2) y ácido clorhídrico (HCL). Cinco de ellos se han instalado en Corazoncillo y cuatro en Puerto Naos, dentro de viviendas y garajes.
Los datos de los nueve sensores se trasfieren de forma inalámbrica a la central receptora GasVisor. Cuenta con dos centrales de transmisión de señal, una en Puerto Naos y otra en Caños de Fuego.
Estas centrales permiten la monitorización y acceso a los datos, en todo momento, desde el Puesto de Mando Avanzado o el Cecopin.
Durante toda la emergencia se han adquirido también 44 equipos portátiles de detección de gases. Están configurados con sensores de monóxido de carbono, dióxido de azufre, cloro, dióxido de carbono, oxígeno, gases inflamables y sulfuro de hidrógeno.
Estos equipos incluyen, además, un acelerómetro para detectar caídas de las personas usuarias, GPS para su posicionamiento y un sistema de transmisión mediante tarjeta SIM al Puesto de Mando Avanzado o Cecopin.
Asimismo, se han llevado a cabo jornadas de formación en el uso, actuación en caso de alarma y mantenimiento de los equipos. También acciones formativas en mantenimiento preventivo de los equipos y en la configuración del portal de seguimiento de los datos de los gases.