El Lenovo Tenerife se impuso sin problemas ante el Morabanc Andorra este domingo en un partido controlado desde el inicio
El quinteto dirigido por Txus Vidorreta supo tomarle el pulso al encuentro ante un Morabanc Andorra descafeinado en la mayor parte del partido. Solo Miller-McIntire fue capaz de amenazar a los canaristas, pero su expulsión en el último periodo echó por tierra cualquier aspiración de remontada de los del Principado.
Las batucadas resonaban estruendosamente esta tarde en el pabellón Santiago Martín antes de comenzar el partido. La parroquia aurinegra quería darle una atronadora bienvenida a su mesías, Gio Shermadini, que regresaba al parquet después de semanas lesionado.
Pero no sería hasta el ecuador del primer cuarto que el georgiano saltaría a la pista. Antes de eso, la afición iba a poder deleitarse con toda una lección de juego en la pintura del Lenovo Tenerife, que comenzó el encuentro arrasando el aro andorrano.
Bien posicionados en la defensa, con un marcaje muy estático, y dándole velocidad a las transiciones, los hombres de Vidorreta rápido comenzaron a hacer holgado el marcador. Fran Guerra abrió la lata y Fitipaldo le cogió el testigo dejando una bandeja que subía el 10 a 3 al luminoso justo antes de entrar Shermadini a la cancha.
El Lenovo Tenerife apostó por sumar de dos en dos
Y volvió por todo lo alto, machacando el aro con un mate que hizo rugir al Santiago Martín después de que Fitipaldo le filtrase el pase sobre la zona (12-3). El Morabanc Andorra trataba de recortar distancias desde los 4,60m para frenar la hemorragia, pero Emir Sulejmanović le negaba la mayor a los pirenaicos sumando de dos (14-5).
Siempre de dos, porque esta tarde a los dos quintetos se les antojó difícil el triple y el Lenovo Tenerife prefirió apostar por el juego en la pintura. Iba a ser Marcelinho Huertas quien, sobre la bocina del primer cuarto, anotase un triple a una mano, heterodoxo cuanto menos, dejando un marcador de 21 a 8.
El Lenovo Tenerife hacía lo que quería en su feudo y enseguida colocó distancia de seguridad, doblando al Morabanc Andorra (24-12) y arrasando su aro. Un triple de Sasu Salin forzó el tiempo muerto de Ibon Navarro y sus hombres se pusieron las pilas tras la arenga (31-12).
Jelinek anotó una bandeja y un triple en menos de 30 segundos y Mario Nakic vio el aro también desde el perímetro para recortar a 11 la ventaja de los aurinegros. Dos tiros libres para el equipo pirenaico al filo del descanso dejaron el resultado en 35 a 22 y, aunque el futuro estaba gris para el Morabanc Andorra, ya había comenzado a reaccionar después de haber firmado un primer periodo de incomparecencia ofensiva.
Miller-McIntyre, la esperanza del Morabanc Andorra para remontar
La vuelta del vestuario trajo a Miller-McIntyre como artífice de los planes de remontada del equipo andorrano. El estadounidense se alió con Crawford para bajar la barrera psicológica de los 10 puntos en unos minutos (41-33), pero el dueto triplista Wiltjer-Doornekamp se encargó de romper las aspiraciones del Morabanc Andorra desde la línea de 3 puntos (52-38).
Fran Guerra le filtró a Sulejmanović un pase por la espalda para que este dejase la bandeja, y Sastre de tres sobre la bovina del tercer periodo se encargó de colocar la máxima diferencia en el marcador y la guinda en el pastel (64-44).
Con el partido en la recta final y 20 puntos por arriba todo parecía encarrilado para un Lenovo Tenerife que comenzó a precipitarse peligrosamente en las acciones, cometiendo errores y dejando a Miller-McIntyre recortar a 12 de ventaja en apenas 30 segundos, forzando el tiempo muerto de Txus Vidorreta.
«¡Les metemos en el partido nosotros! ¿Qué prisa tenemos para sacar?», gritaba el técnico vasco a sus hombres, incrédulo de ver cómo estos dejaban al estadounidense del Morabanc Andorra hacer lo que quisiera en la cansaste aurinegra.
El estadounidense vio la expulsión y las aspiraciones andorranas se desplomaron
Miller-McIntyre se desbordaba bajo el aro y parecía tener puesto el piloto automático hacia la remontada, pero los nervios por darle la vuelta al partido le jugaron una mala pasada al cometer una antideportiva seguida de una técnica que le supuso la expulsión.
Ibon Navarro se quedó sin su lugarteniente sobre el parquet y el partido quedó casi sentenciado, con el Morabanc Andorra estrellándose en el hierro en cada tiro y Fran Guerra machacando el aro con un mate soberbio a minutos del final.
Hannah consiguió maquillar el resultado desde la línea de tiros libres para el quinteto visitante, pero ya no había nada que hacer ante un Lenovo Tenerife que había sido sobradamente superior todo el encuentro y se lo terminó llevando por 9 puntos (79-70).
Los de Txus Vidorreta se preparan ya para visitar la próxima jornada al Real Betis. El encuentro se jugará a las 16:00 (hora canaria) del domingo 14 de noviembre.