Las coladas del volcán palmero han arrasado más de 1.000 hectáreas de terreno pero también ha modificado el litoral, que ha ganado espacio al mar en casi 50.000 m2
El paisaje palmero no deja de cambiar. En el litoral, los deltas lávicos generados por las coladas han formado nuevas calas y pequeñas playas
Las coladas del volcán palmero han arrasado más de 1.000 hectáreas de terreno pero también han ganado espacio al mar en casi 50.000 m2.
El oleaje sigue golpeando la costa antes inexistente y dibujará con el paso del tiempo el contorno insular, que seguirá variando su fisonomía.
De hecho, no se descarta que puedan producirse pequeños aportes de lava desde los tubos volcánicos hasta el litoral en un paisaje en continua mutación.