La transmutación de 24 personas de altura considerable en enanos saltarines en apenas unos segundos es uno de los espectáculos más esperados en La Palma
La infancia en Canarias se lleva preguntando desde principios del siglo XX cómo se transforman en cuestión de segundos unos hombres altos en enanos saltarines que parecen desafiar a la gravedad en cada paso.
La danza de los Enanos de La Palma es uno de los principales actos de las fiestas de La Bajada de la Virgen de las Nieves, en Santa Cruz de La Palma, que se celebra cada 5 años. Se trata de una tradición que comenzó en 1905 como otra muestra más de agradecimiento a la Patrona de la isla, pero ya tenía antecedentes laicos. Esta danza la realizan 24 personas con un mismo disfraz al son de una polca. Sin embargo, la historia de estos enanos cabezudos se remonta al Siglo XIX.

En qué consiste la Danza de los Enanos
La Danza de los Enanos suele celebrarse el jueves de la Semana Grande de las fiestas de la Bajada de la Virgen de Las Nieves. Consiste en que durante toda la noche, 24 personas de una altura aproximada de 1,80 metros y disfrazadas con túnicas iguales cantan una canción. Cada año cambia la canción y la temática de la vestimenta. La cantan en la Plaza de Santo Domingo hasta que al pasar por una caseta que está situada en el escenario de la plaza, salen transformados ya en los Enanos de La Palma, con sus característicos gorros napoleónicos.
En fila, van apareciendo uno tras otro bailando y saltando al ritmo de una polca centenaria interpretada por la banda municipal de San Miguel. Después se dividen en dos filas de 12 y realizan una danza saltarina en la que bailan primero de frente, luego mirando al público y después hacia dentro de nuevo para finalmente rehacer la fila y volver a la caseta.
Tras varias actuaciones, los Enanos salen a la calle O’Daly, (la Calle Real), donde continúan danzando hasta el amanecer. Solo los protagonistas de la danza conocen el secreto que les permite de un momento a otro cambiar de imagen, secreto que pasa de padres a hijos, de generación en generación.
Primera danza de los enanos como la conocemos
Las fiestas de la Bajada de la Virgen de las Nieves se remontan a 1676, cuando los primeros pobladores peninsulares comenzaron a celebrar el Corpus Christi. Sin embargo, no fue hasta 1905 cuando se documenta la primera Danza de los Enanos tal como se realiza hoy. Existen, no obstante, referencias anteriores que sugieren que esta manifestación cultural ya tenía presencia en el siglo XIX.
En sus primeras versiones, las túnicas se recogían hacia la cabeza como parte de la transformación, pero el proceso actual sigue siendo un enigma. En 1965, las fiestas lustrales fueron reconocidas como Fiesta de Interés Turístico Nacional, y en 2007 recibieron el Premio del Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio.

Antecedentes
Según las Actas del III Congreso Internacional de la Bajada de la Virgen (2023), en 1905, un anónimo cronista resaltaba el arraigo de la danza «desde tiempo inmemorial». Señala este relato la trascendencia como «uno de los números principales de las fiestas de la Bajada de la Virgen» en razón a «su originalidad y el interés que siempre ha despertado».
El estudio, de Manuel Poggio, Antonio Lorenzo y Carmen Luisa Ferris, habla de «referencias documentales sobre la presencia en La Palma de unos figurones caracterizados como enanos festivos ataviados con trajes de varios colores, casaquillas cortas de montar, pantalones bombachos hasta la media pierna, calzado corto y lazos sobre las hebillas«. Es la descripción de los actuales Enanos.
Estas referencias, apuntan, «se remontan bastante en el tiempo: 1745, 1802 y 1833. Según las fuentes archivísticas disponibles, estas simpáticas funciones formaban parte del protocolo de recibimiento ofrecido a personajes ilustres». De este modo, se puede afirmar que el origen no está en lo religioso sino en lo popular. De hecho y «como ejemplifican las visitas de los obispos Juan Francisco Guillén (1745) y Manuel Verdugo (1802). En 1833 aparecen también figuras de esta naturaleza en las fiestas programadas con motivo de la proclamación real de Isabel II.».
Los Enanos en la Bajada
Afirma este artículo que en «la Bajada de la Virgen, la danza se documenta a partir de 1860 en la que tomó partido un baile de «enanos» y «enanas». No obstante, dadas sus raíces, lo más factible es que el número se incorporara a los festejos con antelación, probablemente en torno a 1850, tras las exclaustraciones conventuales y la modificación de algunos de los contenidos rituales de la cita quinquenal. Dada la popularidad y la fama alcanzada durante la segunda mitad del siglo XIX, unas décadas más tarde, en 1892 y 1894, se probó a exhibir los Enanos como una «atracción de feria», organizándose dos giras «artísticas» fuera de la isla. En este itinerario los «liliputienses palmeros» visitaron Tenerife, Gran Canaria, Cádiz y, probablemente, Cuba.».
Hoy, encontramos Enanos incluso en el fondo del mar. Existen figuras de Enanos de La Palma hundidas en las profundidades del Océano Atlántico. La razón es que está en marcha la creación de un parque temático submarino donde se va a recrear la más famosa y tradicional danza de las fiestas lustrales de la isla.