El obispado de Tenerife reconoce el interés por destinar bienes a fines residenciales y a su uso social, pero advierte de las limitaciones por el mal estado del patrimonio
El obispo de Tenerife, Eloy Santiago, afirmó este lunes que el Obispado tiene “claramente contabilizadas” las herencias y donaciones que recibe, así como sus bienes inmuebles, y subrayó la voluntad de la Iglesia de poner este patrimonio al servicio de la sociedad, aunque condicionada por el estado de conservación de muchos edificios.
En declaraciones a los medios, y en respuesta a preguntas sobre la posible cesión de inmuebles para uso residencial, especialmente en La Laguna y para estudiantes universitarios, Santiago recordó que todas las herencias y donaciones están registradas y sometidas a la normativa vigente. “Existe una ley de transparencia que informa de todas las cuestiones”, señaló.
El obispo indicó que las donaciones en vida “han disminuido notoriamente” y explicó que los inmuebles del Obispado están “evidentemente catalogados”. En este contexto, confirmó que se mantiene un diálogo abierto con la Universidad de La Laguna, que ha mostrado interés por algunos espacios.
Los bienes al servicio de los demás
No obstante, advirtió de que varios edificios se encuentran en mal estado y requieren importantes obras de rehabilitación, lo que limita su uso inmediato. Aun así, apuntó que algunas dependencias internas de la Iglesia podrían habilitarse “puntualmente y por periodos cortos”.
Santiago recordó además que el seminario diocesano fue cedido gratuitamente al Gobierno de Canarias para atender la emergencia migratoria y que actualmente está ocupado y gestionado por una ONG independiente. También destacó que algunas viviendas del Obispado se alquilan a “precio social” y que otros espacios están cedidos a Cáritas y a diversas fundaciones.
Sobre la existencia de un inventario detallado, el obispo confirmó que “hay información por escrito”, aunque reconoció que, al ser reciente su incorporación al cargo, no conoce todavía todos los edificios. Como ejemplo, citó inmuebles situados en la calle Anchieta, en La Laguna, en Buenavista del Norte y otros en diálogo con entidades como San Juan de Dios y Restituciones.
“No se puede hablar de una cantidad ingente de edificios”, concluyó, reiterando que “por parte del Obispado existe el deseo de poner los bienes al servicio de los demás, dentro de las posibilidades reales de mantenimiento del patrimonio”.


