Las fumarolas del volcán de La Palma alcanzan temperaturas de hasta 849 grados y además continúan las altas concentraciones de dióxido de azufre, peligrosas para la salud
Las fumarolas de los cráteres del volcán de Cumbre Vieja han alcanzado este domingo temperaturas de 849 grados centígrados a un metro de profundidad. Además, continúan las altas concentraciones de dióxido de azufre (SO2), peligrosas para la salud.
Los datos de temperatura han sido tomados en colaboración entre la UME y el IGME-CSIC en las fumarolas de los cráteres del volcán de Cumbre Vieja. También se han medido valores de 350 grados centígrados en el flanco sur del cono principal.
Altas concentraciones de SO2
Además, la UME ha explicado en un comunicado que también se han medido altas concentraciones de SO2 peligrosas para la salud. Por este motivo, se aconseja el uso de máscara facial completa al afectar e irritar a los ojos.
Las últimas candelas del volcán presentan aún roca semifundida en el lento proceso de enfriamiento del cráter «después de su violenta y asombrosa construcción», ha proseguido la UME.
Según indican, en el lugar conviven restos de magma rojo bermellón con estratos de cenizas y lapillis, «testigos mudos de un rugido incesante» desde que comenzó la erupción, el pasado 19 de septiembre de 2021.
Más de un mes del final de la erupción
El vulcanólogo del Instituto Geográfico Nacional, Rubén López, comentaba hace unos días que este volcán «se ajustó bastante» a los parámetros de las erupciones canarias. Si acaso «sorprendió por su duración» y también por la cantidad de material expulsado.
Ya ha pasado un mes y cuatro días desde que el volcán sin nombre paró y tres semanas desde que se le diera oficialmente por apagado. Sin embargo, aún hay puntos incandescentes y temperaturas de hasta 800 grados, localizados mayoritariamente en el cráter.
«Es normal que haya esas temperaturas. La lava llegó a estar 1.200 grados y tardará un tiempo en enfriarse», apunta Rubén López.