Madre de tres hijos, ganadera y Premio Mujer Rural de Canarias en 2018, Felipa Valdivia protagoniza este jueves la sexta entrega de la docuserie ‘MADRE’
Esta jueves 3 de julio, a las 22:30 horas, Televisión Canaria emite la séptima entrega de ‘MADRE‘, la docuserie presentada por la periodista Alicia Suárez que recorre las ocho Islas a través de las historias y relatos de las madres canarias.
La protagonista de esta semana es la ganadera majorera Felipa Valdivia, madre de Saray, Elisabeth y Juan Francisco, y Premio Mujer Rural de Canarias 2018, por su labor «a la hora de poner en valor, dignificar y visibilizar el esencial trabajo femenino en el sector primario de las Islas».
Nacida en una de las zonas más auténticas de la isla, Felipa encarna la lucha y la perseverancia de tantas mujeres canarias dedicadas a la ganadería y la agricultura.
Desde niña conoció la dureza del campo majorero. Caminaba varios kilómetros para ir al colegio y hacía los deberes a la luz de una vela. Aprendió de sus padres a hacer queso de sus cabras, único sustento en épocas de escasez. En este tiempo, además del que sería su oficio, conoció de cerca la desigualdad: aunque las mujeres trabajaban igual de duro que los hombres, eran relegadas al ámbito doméstico.
Una saga de mujeres ganaderas
Siendo apenas una adolescente conoció a su marido Juan Manuel, con quien fundó, hace 44 años, la quesería La Montañeta, un legado familiar que ahora regentan sus hijas y nietas. Con apenas unas cuantas cabras, levantaron su propio negocio ganadero y dedicaron su vida a este duro trabajo que hoy se ve recompensado. Su vida se convirtió en una rutina incansable de madrugones, ordeño, tareas del hogar y crianza, sin apenas descanso ni vacaciones.
A pesar de las dificultades, Felipa tuvo siempre una prioridad: darles a sus hijas una infancia plena, como la de cualquier otro niño. Durante más de 40 años, se mantuvo firme en un oficio que exigía cuerpo y alma.
Gracias a su esfuerzo incansable, sentó las bases de un legado familiar. La quesería que fundó junto a su marido hoy sigue viva en manos de sus hijas y nietas, consolidando una saga en la que la tradición sigue pasando de generación en generación. Más allá de su faceta como ganadera, Felipa ha sido un pilar para su familia y un ejemplo para muchas mujeres que, desde la sombra, han sostenido el campo canario.
