El viceconsejero afirmó que el sinhogarismo es un problema al que debemos poner rostro
El viceconsejero de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, Francisco Candil, mantuvo una reunión con el equipo técnico de la Casa Hogar Sor Lorenza. Se abordó, entre otros asuntos, las posibles vías para incrementar la financiación por parte del departamento de Bienestar Social del Gobierno de Canarias.
En el transcurso de la visita al centro gestionado por la orden Hijas de la Caridad, en Las Palmas de Gran Canaria, afirmó que “El sinhogarismo es un problema social grave de exclusión social al que debemos poner rostro”.
La Casa Hogar está en funcionamiento desde el año 2016. En 2022 atendió a un total de 30 personas y en lo que va del presente año, a un total de 42 personas usuarias. La gran mayoría son personas derivadas de los centros hospitalarios de la ciudad y en situación de sinhogarismo.
“Es un realidad muy grave de nuestra sociedad. En Canarias, según datos del INE de 2022, casi 1.000 personas viven en la calle, una situación que se complica cuando se suma otras casuísticas como es el consumo de drogas y alcohol o la persona cuenta con problemas de salud mental o necesita atención médica específica”, explicó Candil. Quien quiso conocer de primera mano la labor que realiza este recurso que ofrece alojamiento y atención de carácter temporal a sus personas usuarias.
Se trata de un recurso pionero en Canarias y único en cuanto al perfil de sus personas usuarias en la provincia de Las Palmas ya que está dirigido a un colectivo muy específico de población como es el de las personas en situación o riesgo de exclusión social en periodo de convalecencia hospitalaria.
Entre los objetivos del centro, se busca mejorar la calidad de vida de las personas en situación de riesgo de exclusión social. Se les proporciona alojamiento y atención integral. También se les procura acceso a talleres y a dinámicas de valores dirigidas a potenciar su autoestima y autonomía. Así como a fomentar sus habilidades sociales y su capacidad para resolver conflictos.