El político tinerfeño Manuel Hermoso, cuarto presidente de Canarias (1993-1999), falleció anoche a los 89 años
Manuel Antonio Hermoso Rojas (1935) se definía a sí mismo como, ante todo, un hombre de consenso y de búsqueda de soluciones. Nacido en San Cristóbal de La Laguna, Tenerife, su trayectoria pública y política estuvo marcada por una profunda vocación de servicio y un gran optimismo. «En la vida lo que hace falta es ser positivo», solía decir, y esa filosofía se reflejó en su forma de entender la política y las relaciones personales.


El político tinerfeño, cuarto presidente de Canarias (1993-1999) que falleció anoche a los 89 años, aspiraba a ser recordado no tanto por los cargos que ocupó, sino por la huella humana que dejó en cada persona con la que interactuó. Para Hermoso, el mejor reconocimiento era pasear por la calle y ver «una cara grata, no ser percibido como alguien agresivo o indeseable». Esta visión emanaba de los valores que aprendió de sus padres y que, como él mismo confesaba, la vida le permitió cultivar: la cercanía y la afabilidad.
Cuarto presidente de Canarias
Manuel Antonio Hermoso nació en San Cristóbal de Laguna en Tenerife en 1935. Se convirtió en alcalde de Santa Cruz de Tenerife en 1979, cargo que ocupó durante los siguientes 12 años. La primera legislatura lo hizo formando parte de la UCD y a partir de 1983 se presenta por la Agrupación de Tenerife Independiente (ATI). En 1991 abandonó el cargo para convertirse en vicepresidente del Gobierno de Canarias presidido, en eso momento, por Jerónimo Saavedra. En 1993 presentó una moción de censura junto a otros grupos que acabó llamándose Coalición Canaria (CC). La moción prosperó y pasó a ser presidente de Canarias –cuarto presidente del Gobierno canario– cargo en el que permaneció hasta 1999 cuando fue sustituido por Román Rodríguez.