La nueva directora del SCS, Elizabeth Hernández, considera que lo ocurrido en Madrid con la protesta sanitaria, que puso el ojo en el déficit de médicos, «puede expanderse a otras autonomías»
La huelga en el sector sanitario en la Comunidad de Madrid, así como la que sigue activa en Cantabria, han puesto el foco en las debilidades de la sanidad pública y el déficit de médicos en varias comunidades autónomas.
Tras la multitudinaria manifestación del domingo en Madrid, la Consejería de Sanidad madrileña ha convocado este martes, a las 13:00 horas, al comité de huelga de los médicos de los centros de urgencias extrahospitalarias, que siguen en un paro indefinido desde el pasado 7 de noviembre impulsado por el sindicato Amyts.
Además, la organización sindical también ha anunciado una huelga entre los médicos de Atención Primaria a partir del 21 de noviembre.
Asimismo, el miércoles será un día clave para la sanidad cántabra, que cumple ya más de una semana de huelga. Los médicos celebran una asamblea tras dar a la Consejería un día más para reflexionar sobre sus demandas, relacionadas con el número de pacientes que atienden diariamente.
Ante la movilización en Madrid, la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, insiste en que hay un intento de la izquierda de boicotear la sanidad madrileña: «Si los hooligans de la izquierda acudieran a nuestros hospitales, a lo mejor habría menos demagogia», ha llegado a afirmar.
Su partido, mientras, ha exigido la convocatoria de un Consejo Interterritorial para buscar una «solución consensuada» que ayude a paliar la escasez de médicos en la Atención Primaria en todo el país.
Los populares plantean revisar y reformar el sistema MIR para «incorporar inmediatamente más médicos de familia» y son varios los dirigentes de este partido que defienden que la crisis sanitaria trasciende el caso de la Comunidad de Madrid.
Las autonomías coinciden en el déficit de médicos
Algunas comunidades autónomas gobernadas por el PSOE, como Extremadura, o por el PP, como Castilla y León, han coincidido en la necesidad de más médicos para atender sus sistemas sanitarios.
El presidente extremeño, el socialista Guillermo Fernández Vara, incide en la necesidad de abordar la falta actual de recursos humanos en la sanidad pública española, cuestión a la que no escapa Extremadura pese a ser de las que más invierte en este ámbito.
Fernández Vara se declara «consciente» de las dificultades en Madrid y otras comunidades, pues «el hecho de que Extremadura sea de las comunidades que más invierta en Sanidad y en Atención Primaria» tampoco le «exonera» de sufrir problemas por la falta de médicos, lo que «no es casual ni puntual» y debe abordarse en el presente.
A su juicio, esta es una situación que hace 15 años «se afrontaba mejor», pues «era una cuestión de tener más recursos», pero ahora «no es necesariamente solo eso, pues de manera fundamental es un tema de recursos humanos». Por ello apuesta por «sentarse y hablar muy claro del futuro».
Por su lado, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, del PP, pide que los partidos, el Gobierno central y los autonómicos «lleguen a un pacto nacional por la Sanidad, que dote de más profesionales sanitarios».
En su opinión, es el Gobierno el que tiene que «liderar» la búsqueda de este acuerdo y de las soluciones, que en palabras de Mañueco, pasan por la ampliación de las plazas MIR.
Mañueco, como otros dirigentes del PP, ha visto en las protestas sanitarias en Madrid una «intencionalidad política oculta» de la izquierda.
Temor a una posible expansión de huelgas en las autonomías restantes
Otras comunidades han recogido el guante lanzado por los manifestantes en Madrid, como el Govern balear, cuyo vicepresidente y conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, Juan Pedro Yllanes, ha defendido la sanidad pública en Baleares.
En Canarias, la nueva directora del Servicio Canario de la Salud (SCS), Elizabeth Hernández, ha dicho a título personal que lo que pasa en Madrid «puede contagiarse en otras comunidades autónomas y tiene que ver, quizás, con que la Atención Primaria ha sentido que se le ha dado la espalda y que a lo largo de la pandemia no ha tenido el protagonismo que debía».
Ese es el temor que ahora está en el aire: que las de Madrid sean solo el principio de otras protestas en defensa de la sanidad pública.