España se ha impuesto a Japón en Saitama en la segunda semifinal de fútbol olímpico. Un gol de Asensio en el 115 certifica la disputa del oro
España llegó a la semifinal ante Japón después de un agónico cruce contra Costa de Marfil. Rafa Mir estrelló el balón contra la red africana en el último minuto para forzar una prórroga que se saldó con un 5 a 2 para La Roja. El conjunto de De la Fuente firmó una semifinal taquicárdica con victoria en la prórroga.
El sol brilla con fuerza sobre Saitama este martes. Días después del tifón que puso sobre alerta los Juegos Olímpicos, la luz regresa a Japón para iluminar la victoria del 11 español. La ciudad nipona ha presenciado la caída de sus samuráis ante una escuadra que está en rumbo fijo a por el oro olímpico.
Una vez cada cuatro años, las naciones tienen la oportunidad de deslumbrar al mundo con su poderío deportivo. El deporte rey tiene su hueco en este evento tan efímero y España acaba de sellar su pasaporte al paraíso olímpico. Con el triunfo sobre el país del sol naciente, La Roja tiene asegurada la medalla.
Sin embargo, todo botín es poco para la fragata pirata timoneada por Luís de la Fuente. Nadie quiere conformarse con la plata si tiene al alcance de la mano la medalla dorada. España roza con las yemas de los dedos un oro que no llega desde Barcelona 1992 y solo Brasil la separa de colocarse la corona de laurel.
Un tiempo reglamentario sin goles pero con muchas ocasiones
Hacía calor sobre el césped de Saitama, pero España ha mantenido la cabeza fría. Japón jugaba en casa en unos Juegos en los que el hambre de medallas nipona es voraz. Por eso, la escuadra ibérica no podía perderle el respeto al rival.
Los samuráis, comandados por el madridista Take Kubo, firmaron una nada desdeñable fase de grupos y venían de doblegar a Nueva Zelanda en los penaltis. Los de De la Fuente saltaron al campo sabedores de que llegar a la final no iba a ser sencillo cruzándose con los nipones.
Nada mas lejos de la realidad. 2021 será recordado por ser el año de las prórrogas eternas y las tandas de penaltis. Media hora antes del encuentro, Brasil estampó su sello para la final tras superar a México fuera del tiempo de juego en la azarosa y dichosa tanda.
Japón y España se tenían ya cogidas las matrículas. El amistoso pre olímpico dejó claro a las dos selecciones que este cruce iba a ser largo. Las posesiones eternas volvieron a ser seña de identidad de La Roja, pero todas las ocasiones de los 90 minutos se toparon con el muro nipón.
Y es que la escuadra anfitriona había echado el cerrojo al área. Cuando los españoles lograban superar a la poblada defensa de Japón, aparecía un Kosei Tani rapidísimo bajo los palos.
Rafa Mir hizo valer su titularidad
Oyarzabal no estuvo fino en la primera mitad y a su rescate trató de acudir Rafa Mir. El de Cartagena se granjeó la titularidad tras su hat trick ante Costa de Marfil y fue a probar suerte en la portería nipona en el minuto 39. Mir le descerrajó un disparo raso a Kosei Tani tratando de sorprenderle bajo las piernas, pero el cancerbero japonés fue más inteligente que lo que Rafa Mir creía y atrapó el esférico.
Primer aviso de España, que buscaba desesperadamente penetrar en el área nipona. Una primera parte que se saldó sin goles dio pie a una segunda en la que el delantero cartaginés se hizo con la batuta.
Rafa Mir quería batir a Kosei Tani a cualquier precio. Bien posicionado tras un rebote en la defensa, Mir volvió a disparar a puerta entrando en los dominios de Tani como un tren de mercancías. El guardameta se tiró presto a por el balón a los pies del de Cartagena, que lo arrolló sin miramientos.
Pocos minutos después, en el 77, héroe y villano volvieron a protagonizar un mano a mano bien cubierto por Tani. Entre tanto, Japón aprovechaba las contras para buscar la marca en la portería de Unai Simón. Kubo se hizo con la propiedad de la banda izquierda, poniendo en apuros al cancerbero de la Real Sociedad en más de una ocasión.
Segunda prórroga en semifinales
Pero los goles no llegaban en el tiempo reglamentario y el colegiado no tuvo más opción que decretar la prórroga. Japón se hizo fuerte en su feudo y comenzó a dar zarpazos. Del 109 al 111, los nipones asediaron la portería de Simón disparando a bocajarro en innumerables ocasiones, estampándose todas ellas contra el muro de La Roja.
El tiempo corría y los de De la Fuente parecían tener el agua al cuello. Pero con el 115 sobre el luminoso, apareció Asensio para reflotar la fragata. Una centro al área rival lo dejó de espaldas a la portería con el esférico a sus pies. No le hicieron falta más que unos centímetros para revolverse entre la defensa japonesa y perfilar un golpeo brillante imparable para Kosei Tani. El del Real Madrid puso el 1 a 0 en el marcador con 5 minutos aun por delante.
Y los japoneses decidieron morir con honor, dando todo lo que les quedaba en el área de Unai Simón. Unos minutos finales agónicos en los que el guardameta nipón se unió a la ofensiva como un kamikaze para tratar de lograr el empate.
Sin embargo, la suerte estaba echada. Japón no logró la igualada y España certificó el pase a la final tras un encuentro de infarto, con la enésima prórroga a las espaldas. Brasil espera ya al 11 de De la Fuente para defender su medalla el sábado a las 12:30. La medalla está asegurada, ahora toca ir a por la gloria.