La noche del domingo se representó la aparición de la Virgen de Guadalupe en La Gomera como parte de sus Fiestas Lustrales
Como manda la tradición la noche del domingo en la Playa de La Cueva, en San Sebastián de La Gomera, tuvo lugar la escenificación de la aparición de la Virgen de Guadalupe. Al igual que en las Fiestas Lustrales pasadas esta representación estuvo dirigida por José Pedro Hernández. Un acto en el que casi un centenar de figurantes volvieron a recrear de forma voluntaria esta famosa leyenda.
La tradición cuenta que los tripulantes de un barco que iba rumbo a América pasaron cerca de La Gomera y vieron en tierra una luz brillante que salía de una cueva.
No pudieron soportar la curiosidad y al acudir al lugar encontraron una pequeña imagen de la Virgen que se llevaron al barco. Volvieron a zarpar pero por más que lo intentasen no podían navegar más allá de la costa de la isla. Así que devolvieron la imagen al lugar donde la habían encontrado y se dirigieron al puerto de San Sebastián, donde informaron a las autoridades de lo acontecido. Todos acudieron entonces hasta Puntallana, veneraron la imagen y le construyeron un refugio.
Esta sencilla leyenda es adornada, dependiendo de la fuente que consultemos, con algún otro pequeño detalle, como las palomas que revoloteaban alrededor del barco cuando los marineros intentaban llevarse la sagrada imagen.
«La devoción por la Virgen está dentro de la forma de ser de los gomeros»
El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, ha subrayado que la “devoción por la Virgen de Guadalupe está dentro de la cultura y de la forma de ser de los gomeros”.
“Hay personas que se dicen no religiosas, pero que confiesan sentir una extraordinaria devoción por la Virgen”, aseguró Curbelo. Remarcó que al margen de cualquier vínculo religioso, “estos días también son momentos de unidad y reencuentros, especialmente, de aquellos que regresan a su isla cada lustro”.
Relató que, aunque se vive en un mundo muy distinto del de hace dos siglos, cuando se celebró la primera Bajada, “la devoción permanece enraizada en la sociedad gomera”. Al igual, dijo, que en otras regiones de España y del mundo como Extremadura y México, porque la Virgen de Guadalupe “es una figura que atrae la fe de un lado y del otro del Atlántico, un puente en el que pueden encontrarse pueblos que hablan la misma lengua y que comparten historia”.
Curbelo aprovechó estas palabras para alertar de que en estos nuevos tiempos, las sociedades siguen padeciendo “viejos males”, en referencia a la incomprensión, la intolerancia y la división, que según afirmó, “se han instalado en un mundo que, sin embargo, dispone del mayor bienestar jamás disfrutado por ninguna otra generación”.
En contraposición, puso en valor la hospitalidad de la sociedad gomera, “que es lo mejor del espíritu de los canarios, algo de lo que nos podemos sentir muy orgullosos porque ha resistido firmemente al paso del tiempo”.