Casi 12 puntos menos que en las autonómicas de 2017, cuando a esa hora alcanzaba ya el 34,69 por ciento
La participación en las elecciones al Parlament de Cataluña a las 13.00 horas se sitúa en el 22,77 por ciento del censo, casi 12 puntos menos que en las autonómicas de 2017, cuando a esa hora alcanzaba ya el 34,69 por ciento, un año en que la afluencia a las urnas alcanzó un récord absoluto.
El conseller de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia, Bernat Solé, ha informado en rueda de prensa desde el Parlament de los primeros datos de participación en la jornada electoral de este 14 de febrero en Cataluña, que constatan una notable caída respecto de los anteriores comicios autonómicos.
Por demarcaciones, en Barcelona la participación era del 22,52 por ciento, por el 34,58 por ciento en 2017; en Girona del 24,29 por ciento, por el 35,20 por ciento de las anteriores; en Tarragona del 22,68 por ciento, por el 35,11 por ciento de hace algo más de tres años; y, finalmente, en Lleida era del 24,18 por ciento, frente al 34,41 por ciento de los últimos comicios autonómicos.
En Barcelona ciudad, la participación ha sido similar a la del conjunto de la provincia, de un 22,58 por ciento, mientras en 2017 alcanzó a esa hora el 34,05 por ciento, una diferencia de 11,46 puntos.
Solé ha señalado que aún es pronto para hacer un análisis profundo sobre la caía de la participación durante esta mañana, pero ha avanzado que hay tres elementos que pueden explicarla. En este sentido, ha aludido al «contexto de pandemia en el que se celebran estas elecciones» y ha dicho que las cifras son asimilables a otros comicios organizados en otros países en estas fechas, por lo que considera que la menor participación era «previsible».
Sobre este punto, Solé ha recordado a la ciudadanía que las medidas que se han establecido para ir a votar hacen que acudir a las urnas sea completamente seguro.
Otro factor que puede haber incidido en la menor participación, según el conseller, es que se ha establecido una franja, de 9 a 12 horas, aconsejada para que acudieran a votar las personas más vulnerables frente a la covid, con una «densidad inferior de voto» respecto a la franja central, de 12.00 a 19.00 horas, en la que espera que acudirá un mayor número de electores a votar.
Un tercer elemento que según Solé ha podido contribuir a esta menor participación en las primeras horas de la jornada es el incremento del 350 por ciento del voto por correo, un voto que se incorporará a las urnas al final de la jornada electoral.
En este sentido, cabe recordar que un total de 269.586 personas ya han depositado su voto a través de esta modalidad, una participación que aún no se refleja en los porcentajes de participación.