Las emanaciones de dióxido de azufre impiden el realojo de vecinos en las zonas de costa

En los conos volcánicos de Cumbre Vieja sigue siendo visible la emanación de dióxido de azufre y en la costa, de dióxido de carbono

Cuatro meses después de que comenazra la erupción en La Palma, cuando el volcán lleva ya cerca de un mes oficialmente apagado, en los conos volcánicos de Cumbre Vieja sigue siendo visible la emanación de gases, sobre todo de dióxido de azufre.

En la costa, sin embargo, lo que preocupa son los altos valores en dióxido de carbono, un gas letal. Por este motivo, la población de Puerto Naos, La Bombilla y El Remo no ha podido regresar a sus hogares, a diferencia de otros núcleos de población que sí han podido regresar.

El pasado martes 18 el Pevolca levantó la orden de evacuación y autorizó el regreso a los vecinos de los núcleos de Las Norias, Hoya del Verdugo, Morro de los Judíos, Las Manchas, diseminado de Las Manchas, Cuatro Caminos, San Nicolás y sur del camino José Pons la Jurona.

Lo mismo ha ocurrido con el área de exclusión marítima, que pasó de dos a media milla náutica tras la reunión del Pevolca.

Monitorización del cono volcánico

Equipos del Instituto Geográfico Nacional (IGN) y del Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN) continúan trabajando en la monitorización del volcán de Cumbre Vieja.

Un mes después de que se diera por finalizada la erupción, el pasado 25 de diciembre, el cono volcánico continúa emitiendo gases que los científicos analizan a diario. Continúan registrándose concentraciones de dióxido de azufre superiores a 100 partes por millón (ppm) y temperaturas superiores a los 840ºC.

Lava incandescente

En los últimos días, personal del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y del IGN han compartido en sus redes sociales estas curiosas imágenes en las que se aprecia aún la incandescencia del magma que hay en el interior de las fumarolas del volcán de La Palma.

En el análisis y estudio de las grietas y fracturas con fumarolas del cono volcánico, se ha registrado una emisión dióxido de azufre en concentraciones superiores a 100 ppm y una temperatura superior a los 840 ºC.

Se ve el interior de la fumarola incandescente, el borde amarillo por las cristalizaciones de azufre y se observa la continuidad lateral de la fractura.

Detalle de los depósitos de azufre en la ladera del volcán. Fotografía de Itahiza Domínguez.

Descenso progresivo de la sismicidad

El último informe de vigilancia volcánica elaborado por el Instituto Geográfico Nacional (IGN) en relación a la erupción de Cumbre Vieja se publicó el pasado martes 18 de enero de 2022.

En él, se informaba de que entre los días 11 y 18 denero se registraron 88 terremos en la isla bonita de los que ninguno fue sentido por la población. Y es que tras la finalización de la erupción la actividad sismíca mantiene un continuo descenso en magnitud e intensidad.

Las magnitudes de todos ellos estuvieron entre 0,6 y 2,4 (mbLg), cuando durante la crisis volcánica la mayoría superaban los 3 y 4 mbLg. Así mismo la profundidad es más superfical, entre los 0 y 15 km.

Monitorización del volcán de La Palma

La red de estaciones permanentes GNSS de la isla no muestra deformaciones significativas que puedan asociarse a actividad volcánica.

La altura del cono actualmente se sitúa en unos 1.120 metros sobre el nivel del mar y el cráter continúa emitiendo gases tóxicos.

El IGN continúa su presencia en la isla, donde se ha establecido el CAVE (Centro de Atención y Vigilancia de la Erupción), manteniendo, densificando y mejorando la red de vigilancia.

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