Según un reciente estudio, las gaviotas dispersan un 30% de las especies de plantas invasoras de ciudades. Los resultados ayudarán a la gestión de los espacios verdes urbanos
Las gaviotas dispersan alrededor de un 30% de las semillas de plantas, autóctonas y también invasoras, en las zonas verdes urbanas. Es el resultado de un estudio liderado por el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) y la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC).
Los resultados tienen implicaciones para la gestión de los espacios verdes urbanos. Se ha realizado en la ciudad de Barcelona analizando los movimientos de gaviotas marcadas con GPS y la detección de semillas encontradas en su dieta.
«Las aves pueden jugar un papel fundamental en la dispersión de plantas, incluyendo especies exóticas», ha resumido el investigador del EBD-CSIC explica Víctor Martín. Martín ha detallado que las aves pueden ingerir las semillas directamente o ingerir otras aves de menor tamaño que previamente las han ingerido. Luego esas semillas se depositan en otros lugares al pasar por el tracto digestivo.
«Si esta dispersión ocurre en las ciudades, pueden ocasionarse problemas ecológicos y económicos relacionados con la gestión de zonas urbanas verdes. En especial cuando las plantas que se dispersan son especies invasoras. Esto afecta a la biodiversidad local de los ecosistemas urbanos», ha advertido el investigador.
Las semillas encontradas en las gaviotas son de tamaño reducido
La mayoría de las semillas encontradas en el estudio no presentaron frutos carnosos y tenían un tamaño reducido. Esto indica que las gaviotas las adquieren a través del consumo de otras especies de menor tamaño, como palomas y cotorras argentinas, que son principalmente granívoras.
También encontraron otras especies de plantas con semillas de mayor tamaño y fruto carnoso que sí que serían consumidas directamente por las gaviotas.
Las gaviotas son aves marinas oportunistas
El estudio, que publica la revista ‘Science of the Total Environment’, se centró en la gaviota patiamarilla (Larus michahellis). Se trata de un ave marina oportunista que cuenta con poblaciones estables en Barcelona y está adaptada a explotar los recursos urbanos.
En la investigación también han colaborado investigadores de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), del Instituto Catalán de Ornitología (ICO) y del Centro de Estudios Ecológicos de Hungría. Los biólogos analizaron los movimientos hechos entre 2018 y 2019 por 20 gaviotas patiamarillas marcadas con dispositivos GPS.
«Entender la dispersión y los patrones espaciales puede ayudar al conocimiento de las especies exóticas dentro de zonas verdes urbanas», ha resaltado Tomás Montalvo, investigador de ASPB.
Higuera, kiwi, palmera… son algunas de las especies exóticas
En el estudio han identificado siete especies exóticas que son dispersadas por las gaviotas. Algunas de ellas son higuera, pasto dentado, hierba mora, trompillo, kiwi, palmera de abanico mexicana y cuscuta.
Según el trabajo, más de 1.000 semillas al día son dispersadas por las gaviotas dentro y fuera de los límites de la ciudad de Barcelona.
El 95 % de las semillas se transportan dentro de la propia ciudad a distancias de alrededor de 700 metros. El 5 % restante se pueden mover hasta 35 kilómetros más allá de los límites de la ciudad.
De las semillas que se dispersan dentro de la ciudad, alrededor del 30% son depositadas en zonas verdes urbanas, adecuadas para que las semillas se establezcan (zonas arbustivas, parques verdes y pastos urbanos).
En este sentido, Raül Aymí, investigador del ICO, ha señalado que «los resultados del estudio sugieren que las gaviotas serían vectores importantes de dispersión entre zonas verdes urbanas.» Además abren la puerta a otros estudios «sobre cómo las aves pueden contribuir a la expansión de especies exóticas en las ciudades”.
El investigador del ICM-CSIC Joan Navarro ha concluido que «este trabajo aporta información muy valiosa para entender la ecología marina urbana. Especialmente sobre las interacciones con los intereses humanos y los posibles servicios ecosistémicos de la población de gaviotas residente en Barcelona».