El objetivo de las oficinas de vida independiente es proporcionar asistentes personales a las personas con discapacidad para que no se conviertan en seres pasivos
Las oficinas de vida independiente (OVI) , diseñadas para que las personas con discapacidad tengan más autonomía y libertad, ya existen en Madrid y Barcelona.
El proyecto busca trasladarse en Canarias para evitar la sobreprotección o un modelo de vida que encierre a las personas con discapacidad en residencias. Piden asistentes personales para crecer en autodeterminación.
Debido a una parálisis cerebral, Paula apenas tiene un 10% de movilidad y no ha conocido otra vida que no fuera sobre su silla de ruedas. Sin embargo, tiene un problema mucho mayor: «la mentalidad cerrada de la gente», asegura.
Los prejuicios hacen que la sociedad piense que los discapacitados necesitan que les cuiden. «Yo sé cuidarme sola», asegura Paula.
Lo que reivindica es una OVI que proporcione a las personas con discapacidad asistentes personales que se pongan a su servicio para no convertirse en seres pasivos. Profesionales que, en definitiva, les permitan controlar su propia autonomía.
Se trata del derecho a vivir, «y no estar abocada a vivir en un centro», afirma Paula.
Este martes, Paula ha acudido a una entrevista con su amiga de la infancia. No lo ha tenido fácil para llegar. Ni hasta aquí ni a ningún lado, pero seguirá el camino, le cueste lo que le cueste.