Un informe de Cáritas, elaborado a instancia del Cabildo de Tenerife, pone de manifiesto que la pandemia ha agravado de forma muy importante un problema que ya era estructural
La pandemia sigue afectando a la economía y especialmente a los más desfavorecidos. Casi 2.200 personas no tienen a día de hoy un sitio en el que vivir en la isla de Tenerife. Es uno de los datos que se extraen del informe sobre exclusión habitacional extrema elaborado por Cáritas, en el que se pone de relieve que la pandemia ha agravado de forma muy importante un problema que ya era estructural.
Personas que viven en la calle, duermen en un albergue o lo hacen en espacios como cuevas o caravanas. A finales de 2020 eran más de 1.700, tan solo en la isla de Tenerife, pero esa cifra ha ido en aumento.
La situación afecta principalmente a los hombres, el 78 por ciento, pero también se ha detectado a familias con menores a su cargo. De estas personas, el 65 por ciento son españoles y el 35 por ciento extranjeros.
Zonas más afectadas
La zona metropolitana es donde más se dan estas situaciones de exclusión, que también han crecido en el sur de la isla. Puerto de la Cruz, Arona y Adeje son los tres municipios con más personas que viven en la calle o en infraviviendas por detrás de Santa Cruz y La Laguna.
En el informe, encargado por el Cabildo de Tenerife, Cáritas recomienda, entre otros, rehabilitar las viviendas vacías y evitar los desalojos.