La erupción volcánica ha provocado numerosos daños en los cultivos. Ahora, los agricultores se afanan por limpiar sus fincas y garantizar las próximas cosechas
La ceniza del volcán y la escasez de agua han hecho estragos en los cultivos de La Palma. Los agricultores de Los Llanos de Aridane se esfuerzan por recuperar la normalidad. Para poder volver a producir, limpian sus fincas y confían en garantizar las próximas cosechas.
«Intentamos sacar las cenizas, porque es mucha la que hay. Después tenemos que labrarlo todo a mano», dicen estos trabajadores del campo.
El peso de la ceniza también ha sido responsable del daño en diferentes estructuras. «Los invernaderos se vinieron abajo, la cosecha estaba colgando y se perdió toda», dicen.
Algunos agricultores calculan las pérdidas de sus fincas en más de 60.000 euros. Pese a todo, no pierden la esperanza ni la ilusión de tener un futuro mejor. Piden a las administraciones que no les abandonen.