La sequía que ha afectado a La Palma ha hecho que hayan mermado las colmenas en la isla
Si no llueve no hay floración y sin polen no hay abejas. La sequía que ha afectado a La Palma ha hecho que hayan mermado las colmenas en la isla. Ahora los apicultores respiran algo más tranquilos porque el agua ha vuelto a llenar presas y embalses.
Sin embargo, antes de que esto ocurriera tuvieron que recurrir a una nueva fórmula. Alimentar por primera vez a las abejas con un producto artificial. La lluvia caída estos meses ayuda pero no recupera, al menos por el momento al sector apícola de La Palma. Cuatro años duros que dejaron colmenas muy afectadas, por lo que se tomaron decisiones nunca antes vistas en La Palma, como el uso de la alimentación artificial.
No es la mejor opción pero fue la manera más rápida para mantener las tres mil colmenas que tiene la isla ante la escasez de polen. Y ante esta problemática, la poca producción de miel es lo de menos, si se compara con las ventajas que las abejas traen al medioambiente.