Según los policías que actuaron en un primer momento tras el trágico suceso, el alemán «estaba muy tranquilo, casi ausente»
Este miércoles se ha celebrado la segunda sesión del juicio con jurado contra Thomas Handrick, que presuntamente mató a su mujer e hijo en una cueva en Adeje. Una docena de agentes de la Guardia Civil y de policías locales de Adeje han declarado como testigos.
En su declaración, han coincidido en decir que el ciudadano alemán «estaba tranquilo, casi ausente» cuando lo llevaron a comisaría. Tan solo se quejaba de su habitual dolor de espalda. No preguntó por su hijo pequeño, todo después de presuntamente cometer los dos asesinatos machistas.
La Policía Local fue la primera en escuchar de boca del pequeño que su madre estaba en una cueva y que había sangre. Gracias a su testimonio lograron encontrar los dos cuerpos.
Mientras estuvo detenido se mostró tranquilo y no preguntó por su hijo pequeño. Cuando este vio al padre en la comisaría, se asustó. «Corrió hacia otra puerta cuando lo vio», dicen.
Cabe recordar que la defensa del acusado alegará trastorno mental.
También han declarado los médicos que recetaban al padre su tratamiento fijo, morfina y testosterona.
La jornada de este miércoles arrancó con la reproducción del testimonio del pequeño Jonas. Una reproducción que ni siquiera la traductora presente en la sala pudo escuchar con claridad.