El Teatro Guiniguada de la capital grancanaria acoge este viernes, 17 de diciembre, la historia de las cinco naves que partieron de Sevilla en 1519
«Magallanes Elcano. La primera vuelta al mundo» llega este viernes, 17 de diciembre, al Teatro Guiniguada de Las Palmas de Gran Canaria en el marco del Festival de Teatro Familiar de la Fundación Disa.
El principal objetivo de este festival es acercar de nuevo al público general al teatro y en especial a los jóvenes, apostando por este arte como idóneo para disfrutar en familia.
La escenografía encarna las cinco naves que partieron de Sevilla así como parte del cascarón de La Victoria, la única que llegó a puerto tres años después. Un trabajo de la directora de arte de la compañía desde hace más de diez años, Carmensa Rodríguez, así como el vestuario inspirado en las recreaciones artísticas de la epopeya.
Diez actores de Timaginas teatro, bregados en el verso y con dilatada experiencia sobre las tablas, dan vida a esta apasionante aventura protagonizada por Andreas Figueiredo Trujillo, en el papel de Magallanes, y Armando Jerez, dando vida a Elcano.
Martín Fernández corona el libreto con una música que aporta un valor imprescindible a la representación. Música que traslada al espectador más allá del valor de la palabra para conducirlo a los sentimientos universales que evoca la melodía.
Fiel narración de los hechos
A pesar de los obligados recursos teatrales, narra fielmente los hechos que acontecieron entre 1519 y 1522. El viaje más legendario de la marina española y una de las gestas más importantes de la historia de la humanidad.
La flota de las Molucas, formada por cinco naos, partió de Sevilla con más de 250 tripulantes en agosto de 1519. Al mando estaba el portugués Fernando de Magallanes. Casi tres años después solo regresaría una nave con 18 marineros, capitaneados por Juan Sebastián Elcano, que acabaría dando la primera vuelta al mundo.
La producción cuenta con efectos especiales para recrear las tormentas en alta mar, el paso del Estrecho de Magallanes, las corrientes contrarias sufridas en el Cabo de Buena Esperanza o la calma eterna del Pacífico.