Roberto Pérez Toledo ha fallecido a causa de un derrame cerebral a los 43 años. Fue un autor sensible y con una voz muy personal que brilló especialmente en el cortometraje
El director, guionista y productor canario Roberto Pérez Toledo ha fallecido esta semana a los 43 años en Madrid. Natural de Lanzarote, Pérez Toledo estrenó en 2012 «Seis puntos sobre Emma», su primer largometraje como director y guionista, con el que ganó diversos premios.
Un año después participó en el largometraje colectivo «Al final todos mueren», junto a otros tres directores, y un año después lanzó la tv-movie «Los raros amigos». Convertida en un fenómeno viral en la red, donde acumula más de 22 millones de visitas.
En 2017 estrenó «Como la espuma», su tercera película en solitario. Además, ha sido director y guionista de más de 40 cortometrajes. Recientemente creó y dirigió «Amor superdotado», la primera serie de ficción española para Facebook Watch. Y rodó el largometraje «Lugares a los que nunca hemos ido».
El cineasta tenía previsto participar este lunes en un encuentro en la Academia de Cine que incluía la exhibición de sus cortos «Vuelco», «Los gritones», «Rotos», «Sí a todo», «Tris», «Admirador secreto», «Taras», «Amor de autor», «Siempre que lo cuento», «Hidroalcohólico» y «Antes de la erupción».
«He rodado cuatro largometrajes pero me siguen llamando cortometrajista«, decía el cineasta, «quizás porque nunca he dejado de rodar cortos, tantos que he perdido la cuenta». Cortos con presupuesto, otros hechos con una cámara y un micrófono como único equipo. Algunos solo con un teléfono móvil para recorrer festivales o para verse en la red al día siguiente de rodarlos.
Trabajos que realizaba «porque quiero o porque me los encargan. Pero siempre consciente del poder del formato corto para contar historias que solo necesitan unos minutos (y me gusta que sean los menos posibles) para intentar traspasar al espectador», aseguraba.
Su fallecimiento ha coincidido con la representación de su primera obra de teatro. «Manual básico de lengua de signos para romper corazones» en el Teatro María Guerrero -aún en cartel- una producción del Centro Dramático Nacional.
Una «comedia romántica en tono naif», así la definió hace dos semanas, durante su presentación Pérez Toledo. Con la que aborda una historia «sobre personas, no sobre personas con o sin discapacidad».