Los cambios sísmicos, geodésicos y geoquímicos detectados a partir de 2016 pueden estar variando, aunque no hay ningún indicio concluyente
Los expertos del Comité Científico de Evaluación y Seguimiento de Fenómenos Volcánicos (CCES), previsto en el Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por riesgo volcánico en la Comunidad Autónoma de Canarias (PEVOLCA), coinciden en calificar como “anómala” la actividad volcánica del Teide.
No obstante, estos indicios “no parecen ser precursores de un proceso eruptivo a corto plazo, pero sí suponen un aumento en la probabilidad de que se produzca a medio largo plazo”.
En este sentido, el consejero de Política Territorial, Cohesión Territorial y Aguas, Manuel Miranda, quiso transmitir un mensaje de “tranquilidad y prudencia” a la población, tras presidir esta mañana la reunión extraordinaria del comité científico. Dicha reunión se celebraba ante la incertidumbre generada por los últimos enjambres sísmicos registrados en el entorno de Las Cañadas a finales del 2024.
La mejor política pública de protección civil es la información y la transparencia
Miranda puso en valor “el trabajo investigador y la constante vigilancia” que realizan los expertos de las instituciones representadas en el comité asesor. Por otro lado, aseguro que “el Gobierno de Canarias, en estrecha colaboración con el Cabildo de Tenerife, seguirá apostando por el rigor científico y la transparencia informativa para combatir el alarmismo, los bulos y la desinformación”.
Según los expertos, los cambios sísmicos, geodésicos y geoquímicos que vienen detectándose desde 2016 podrían estar registrando un cierto aumento desde el año 2022. Algo atribuible a un posible aumento de la presión en el sistema hidrotermal bajo Tenerife, que aconsejaría incrementar la vigilancia.
En este sentido, Miranda informó que la Dirección General de Emergencias trabaja actualmente con el INVOLCAN y el CSIC en sendos proyectos para mejorar y mantener al día los mapas de riesgo. Asimismo, insistió en que “la mejor política pública de protección civil es la información y la transparencia, para que toda la población esté perfectamente informada y sepamos qué hacer en todo momento”.
Desde 2016 se han detectado cambios en la emisión de gases en el Teide
A este respecto, Miranda confirmó, además, que las conclusiones de las sesiones de trabajo del comité científico serán públicas y estarán a disposición de la ciudadanía en la web de la consejería.
Entre los datos más relevantes analizados por los científicos destaca la evidencia de que desde 2016 se han detectado cambios en la emisión de gases en el Teide, que indican un aumento de la presión en el sistema hidrotermal. Que además pueden correlacionarse con los ritmos de actividad sísmica registrada.
La sismicidad se agrupa especialmente en Las Cañadas, Cumbres de Adeje y de Vilaflor, manteniéndose también una zona de actividad bajo El Teide. En junio y julio de 2023 se registró por vez primera un enjambre sísmico de más de 30 km de profundidad, a 40 km bajo Santiago del Teide. A finales del mismo año se produjo otro enjambre entre 17 km y 23 km de profundidad bajo las Cañadas. Otras zonas sismogénicas de menor importancia se han localizado bajo Izaña y en las cumbres de Arico.
Los expertos insisten en que ninguno de estos datos de forma aislada, ni puestos en relación entre sí, son suficientes para obtener ninguna conclusión sobre la posibilidad de una erupción.