El dúo humorístico Piedra Pómez presenta en el Cuyás los productos de belleza de su laboratorio «Yomematotoa»
El Teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria se transformará este sábado en escaparate ocasional de surrealistas productos de belleza e higiene salidos de unos hilarantes laboratorios japoneses con el estreno del nuevo espectáculo del dúo humorístico Piedra Pómez, «Yomematotoa».
Piruletas «Chupa-shock» a base de descargas eléctricas para quitar el vicio «a altos y medianos cargos públicos que no pueden o no quieren dejar de mamar», ataúdes autoincinerables de marca «Fog-Alera» y hasta compresas mentoladas «con las que siempre te sentirás fresca en tu interior» son algunos de los ítems de su singular catálogo.
Un muestrario que, tras 38 años de trayectoria, han preparado para la nueva temporada los integrantes de este popular dúo, Paco Santana y Gregorio Figueras, en su enésimo intento de practicar «un juego de humor» que lleve a reír a un público difícil de sorprender al tener que competir con una realidad cotidiana de por sí risible, según ha destacado el primero este jueves al presentarlo.
Porque «solo hay que mirar el periódico» para constatar que «la realidad supera la ficción» a la hora de dedicarse al humorismo, ha sentenciado.
Si bien aclarando que ni él ni su inseparable compañero, encarnados en las familiares Siona y Fefa o en cualquiera de sus innumerables personajes, se arredran ante el desafío.
Como ha dejado patente Gregorio Figueras, lanzando, al cabo de un larguísimo monólogo de Paco Santana, el reto: «¿alguien se atreve a preguntar algo más?».
Nuevos personajes
Y pertrechados, además, con nuevos personajes creados para la ocasión, como el «cantapastor canario» Bernabé «Balido», que, evidentemente, «se tenía que llamar así» dedicándose a ese oficio, ha apuntado Figueras.
Quien se turnará, así mismo, con su compañero para dar vida en escena a personajes más o menos cómicos y más o menos oscuros cuyos nombres evocan episodios de la historia de la política contemporánea del archipiélago y del país, como «José Samuel Moria», «Raulino Vivero» o «Darolina Carias», de la que ha querido aclarar, para prevenir equívocos, que «no es la hermana de Caries».
Desvelando, en su relato, las maquinaciones de ficticios departamentos administrativos, como el Instituto Canario de Manipulaciones Genéticas o el Servicio Secreto de Canarias, el SESECA, dedicado, entre otras cosas, a «la producción de calamares secos», según ha apuntado Figueras.
Al que, como acostumbran a hacer uno y otro como parte de sus actuaciones, ha reconvenido de inmediato su compañero en las tablas, instándole a «no tomarse a risa algo tan serio» como el Servicio Secreto de Canarias.
Institución responsable, en no pocos casos, de que el Gobierno de Canarias haya sido, históricamente y bajo la presidencia de todos y cada uno de los partidos políticos que han pasado por él, uno de los mayores clientes de uno de los productos estrella de los laboratorios «Yomematotoa», el papel higiénico «Poppy Press».
Cómico que ha dicho preferir, de cualquier modo, no anticipar demasiadas pistas sobre el catálogo de productos de su singular laboratorio japonés, «un emporio con sedes en Tokio, Kyoto y Coito», recomendando: «lo mejor es que vengan a vernos para conocerlos todos», el sábado 13 de diciembre en el teatro Cuyás.
