El Ministerio de Exteriores desaconseja los viajes que no sean esenciales a España, salvo a las islas Canarias con base en la incidencia de casos covid
El Reino Unido actualizará las restricciones de viajes al extranjero y establecerá un nuevo sistema de “semáforo”, que en la práctica levantará el veto a las vacaciones en algunos países extranjeros y suavizará las cuarentenas al volver al país.
Medios británicos como «The Telegraph» informaron hoy de que el Ministerio de Asuntos Exteriores había «retirado discretamente» sus recomendaciones de no viajar a lugares como Canarias, Portugal o varias islas griegas, pero la medida todavía no ha sido confirmada de forma oficial.
Sistema de semáforo
Está previsto que a finales de esta semana se introduzca un sistema basado en el nivel de riesgo de cada país, al que se adjudicará uno de los tres colores del semáforo (verde, ámbar o rojo), y que conllevará diferentes normas para los viajeros que regresan según la lista en la que figure su destino vacacional.
Sin embargo, una portavoz de la Embajada británica en Madrid señaló a Efe que esos avisos son anteriores a que se impusiera el veto general a los desplazamientos internacionales. Es decir, la prohibición de abandonar el país se mantiene para todos los casos y todos los países hasta que se anuncien los destinos clasificados en «verde», «ámbar» y «rojo».
Según el nuevo sistema, aquellas personas que vuelven de un lugar ubicado en la lista «verde» podrían no tener que guardar cuarentena a su regreso al Reino Unido, mientras que, en cambio, los que lleguen de un destino «ámbar» deberán aislarse durante al menos cinco días.
Cuarentena tras visitar destinos en la lista roja
Los ciudadanos que hayan estado en destinos clasificados en la lista «roja» (de máximo riesgo por el virus) tendrán, a su vuelta, que guardar una cuarentena de diez noches en un hotel habilitado por el Gobierno británico -por un coste cifrado en 1.750 libras (2.016 euros), que corre a cargo del propio ciudadano-.
A la hora de evaluar el riesgo por el virus de cada país se tendrán en cuenta varios elementos como la proporción de la población vacunada de cada destino, las tasas de infección, la emergencia de nuevas variantes del virus o el acceso a datos científicos fiables de los países.