El Teatro Cuyás estrena este 30 de marzo «Escenas de la Vida Conyugal» con los actores Ricardo Darín y Andrea Pietra. Comienzan así una pequeña gira por el archipiélago
El actor argentino Ricardo Darín se encuentra por primera vez en Canarias. Este miércoles estrena en el Teatro Cuyás en GC «Escenas de la Vida Conyugal», junto a la actriz Andrea Pietra. A partir del 5 de abril llevarán la obra a Lanzarote, Fuerteventura y Tenerife en una microgira.
La pieza está basada en el clásico cinematográfico de Ingmar Bergman «Secretos de un Matrimonio». Desde el 30 de marzo al 3 de abril, representarán esta comedia en el Teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria.
Según ha informado la organización, la obra ha sido vista por más de 350.000 espectadores en sus más de 450 representaciones. Ha pasado por países como Argentina, Uruguay, Chile, Perú y también por la Península. Ahora llega al archipiélago con trece representaciones en cuatro islas diferentes.
La siguiente parada tras el Cuyás, será el Teatro El Salinero, en la isla de Lanzarote, donde estará los días 5 y 6 de abril. Los días 8 y 9 de abril pasará por el Palacio de Congresos de Fuerteventura y terminará en el Teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife del 12 al 15 de abril, ambos incluidos.
Por su parte, Ricardo Darín explicó este martes en rueda de prensa que en esta función «Bergman nos coloca frente a un espejo a través de siete etapas en la relación de una pareja que lleva años casados y la relación que mantienen después de su divorcio».
«Estamos muy contentos de volver al ruedo. Con cierta curiosidad por ver qué ocurre en las salas tras la pandemia», dijo para enfatizar que esta es una obra que ha atravesado muchas etapas. «Viene rodando desde el año 73 y le ha tocado resignificarse a lo largo del tiempo», apuntó.
Por su parte, Andrea Pietra ha resaltado que la obra de Bergman va a estar vigente por muchas generaciones más. «Me encanta esta obra porque habla de una mujer que va creciendo con las circunstancias y evoluciona», señaló.
En cuanto a la comedia, en siete escenas, los actores divierten, emocionan, sobrecogen y hacen cómplices al público de las situaciones en las que se pueden ver reflejados. Es entonces cuando la comedia desaparece y la profundidad del texto de Bergman cala hondo.
Finalmente, la obra no tiene ninguna referencia temporal porque esta pareja y las escenas que representan, sus comportamientos, actitudes y anhelos traspasan fronteras y épocas.