Los presupuestos municipales de 2023 para Santa Cruz de Tenerife ascienden hasta los 313,5 millones de euros, lo que supone un incremento del 12,2%
El pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha aprobado este lunes los presupuestos municipales de 2023 con el apoyo de los grupos que sustentan al gobierno local (PP, CC y la edil del Grupo Mixto Evelyn Alonso) y el voto en contra de los de la oposición.
Así, las cuentas municipales para el próximo ejercicio se elevan hasta 313,5 millones de euros, un 12,2% superiores a las del presente ejercicio.
En este sentido, el Ayuntamiento destaca en su comunicado la asignación para la atención de las personas vulnerables, que supera los 35 millones, o el capítulo de inversión, con 65 millones, un montante que supone un récord en este capítulo.
El alcalde, José Manuel Bermúdez, señala que este presupuesto «aporta certezas ante la incertidumbre, a la vez que respeta la baja fiscalidad y la calidad de todos los servicios».
Martínez: «Estas cuentas son la continuación de un esfuerzo de reconstrucción»
Por su parte, el concejal de Hacienda, Juan José Martínez, argumentó en el pleno que estas cuentas son «la continuación de un esfuerzo de reconstrucción» realizado en colaboración con los agentes económicos, sociales, del Tercer Sector y empresariales.
Además, Martínez también ha puesto el acento en los programas de empleo coordinados a través de diferentes áreas municipales, con «una inversión social jamás vista en la ciudad»; en más rebajas fiscales y en «una dinamización económica en la que llevamos inmersos desde enero».
Desde la oposición han criticado el nivel de ejecución de otros ejercicios y han tachado de «infladas» las cuentas para 2023, año electoral, donde la única partida que se cumplirá al cien por cien, ha dicho la socialista Patricia Hernández, será la de «publicidad y propaganda» para impulsar la imagen del alcalde y los concejales.
Seguidamente, el portavoz de Unidas Podemos, Ramón Trujillo, ha criticado los «costes excesivos» en seguridad privada, también el aumento de partidas para «propaganda» y una «partida simbólica de momento» para costear la subida de la tarifa del agua.