Se trata de una tradición de El Cotillo en honor a la Virgen del Buen Viaje, en la que participan tanto jóvenes como mayores
Tras dos años de ausencia debido a la pandemia de la COVID-19, la calada de pescado regresa a El Cotillo, en Fuerteventura. Se trata de una de las tradiciones más esperadas del municipio que pasa de generación en generación.
Así, los vecinos trabajan desde la madrugada para recoger más de una tonelada de salemas que se usarán en el asadero popular de las fiestas del pueblo. Una labor en la que todos los vecinos, sin importar la edad, participan.
Seguidamente, los kilos de salemas se trasladan a la plaza, donde se trabaja sin olvidar a la patrona, la Virgen del Buen Viaje.