El 35% de las mujeres que padecen cáncer pierden su empleo o no tienen la oportunidad de ser contratadas por las empresas
Casi un 40% de los diagnósticos de cáncer se producen en edad laboral y el 35% de las mujeres que lo padecen pierden su empleo o no son contratadas a causa de la enfermedad. Las asociaciones piden a las empresas un mayor más compromiso con los afectados.
La trabajadora Fundación Carrera por la Vida, Herminia Tacoronte, señala que todo el mundo le decía que me pusiera peluca para conseguir un trabajo. Después de cuatro años buscando, y diez empresas después, la aceptaron en un empleo de cara al público. Le proporcionaron el uniforme y, dos días antes de comenzar, su nuevo jefe la citó para preguntarle si se había mirado al espejo.
«Yo llevaba cuatro años recurriendo a una psicóloga, tratándome para aceptar que no tenía mis pechos, y para mirarme y querer mis cicatrices. Llevaba cuatro años mirándome en el espejo», ha señalado Tacoronte.
Por otro lado, está el caso de Mari Carmen, que estuvo ocho años como autónoma para aceptar su enfermedad. El colchón familiar le permitió revertir el por qué en un para qué. «De los 25 años que estuve casado con Mari Carmen, esos ocho años no los cambio por nada, porque me enseñó a convertir los problemas en oportunidades», ha destacado Bernardo Díaz, coordinador formación ICASEL.
Al miedo a perder el trabajo se suma el estigma social
Al miedo a perder el trabajo se suma al estigma social. Además de adaptarse a horarios, tratamientos o acomodar puestos de trabajo, las empresas tienen otras responsabilidades.
«Incorporando prácticas de prevención podemos retrasar la enfermedad, y ahí el empresario tiene un papel importante», ha señalado el presidente de AECC, Andrés Orozco.
Estas jornadas orientadas a empresas y trabajadores recuerdan que el cáncer no se contagia tocando, pero que cuando te toca la enfermedad, no es una lotería agradable. Ellos dan testimonio y Herminia, que de querer comerse el mundo pasó a casi dejarse comer por él, hoy no duda en afirmar que si le vuelve a crecer el pelo, se lo volverá a rapar.