La ceniza y los materiales expulsados por el volcán en La Palma se han convertido en parte activa para la reconstrucción
El 19 de septiembre de 2021 nació el volcán Tajogaite cambiando a la isla de La Palma para siempre. La destrucción se abrió paso durante 85 días hasta el 13 de diciembre. Se perdieron viviendas, infraestructuras y campos de cultivo, sin embargo, el propio volcán se ha convertido en una parte activa de la reconstrucción.
La ceniza y el lapilli expulsados por Tajogaite son ahora materias primas que promueven nuevos motores comerciales, económicos y de generación de empleo en La Palma.
La ceniza expulsada por el Tajogaite es ahora un aditivo muy potente por sus propiedades y resistencia a las altas temperaturas. Combinado con los materiales expulsados por el volcán, y la cal se ha podido desarrollar un hormigón experimental para la reconstrucción de las carreteras. Este proyecto único y en fase experimental ha demostrado buenos resultados con un hormigón muy resistente a las altas temperaturas, por las características de sus componentes.
Por otro lado, el lapilli es empleado por Raúl Vargas para sus creaciones de joyería. Un material que se acumuló y sepultó lugares, ahora se convierte en pequeñas obras de arte que aportan belleza y ayudan a la reconstrucción económica de La Palma.
A ello se suma el valor geológico de las nuevas formaciones propiciadas por la erupción que han aportado a la isla nuevos lugares de interés geoturístico y que añaden, también, un valor adicional y distintivo a La Palma.