Las primeras informaciones recogidas por este vehículo no tripulado apuntan a la normalidad en el comportamiento de las especies marinas del lugar
La Plocan está monitorizando el suelo marino de Tazacorte con un vehículo no tripulado. El objetivo es estudiar y recoger datos sobre cómo ha afectado al ecosistema marino la erupción del volcán y los deltas lávicos.
Este vehículo autónomo mide 3 metros de eslora y además de monitorizar en tiempo real el entorno marino de Tazacorte, también lo hace con los sonidos. Mide la temperatura, salinidad, el oxígeno disuelto, la turbidez. Asimismo, elementos contaminantes, la clorofila o pigmentos, apunta el coordinador de vehículos autónomos de la Plocan, Carlos Barrera.
Tras 24 horas en funcionamiento, los primeros informes apuntan a que parte de la vida marina en el litoral del oeste palmero no ha sido alterada por la erupción volcánica ni los nuevos deltas lávicos. Existe total normalidad en el comportamiento de las especies marinas del lugar. Según Barrera, «los cetáceos han seguido estando en la misma zona en el mar».
El uso de este vehículo marino autónomo permite una mayor presencia en el mar a costes más sostenibles y eficientes frente a un buque oceanográfico. Con todo, estará surcando las olas de La Palma cinco semanas.