El doctor Eduardo Pinto decidió que, tras su fallecimiento, los vecinos del municipio heredaran su chalet como una labor social o cultural
El Ayuntamiento de El Sauzal, en Tenerife, recibió este mes de mayo una herencia que en ningún momento esperó. El doctor Eduardo Pinto dejó escrito que, tras su fallecimiento, su chalet pasaría a formar parte de los vecinos del municipio como una labor social o cultural.
Se trata de un enorme chalet con jardines de más de mil metros cuadrados más todo lo que reside en su interior, como obras de arte y coches de lujo. La parcela está valorada en más de un millón de euros. Tiene seis habitaciones, ático y piscina climatizada.
Tras el traspaso de los bienes del interior, este miércoles ha sido el primer día en el que los operarios accedieron a la casa para su acondicionamiento.
El Ayuntamiento tomó la decisión de construir un hogar para los mayores en el espacio que el doctor Pinto regaló desinteresadamente al municipio. Conocido por su generosidad, ha despertado admiración entre todos los vecinos.