Primera vez en Canarias de Wajdi Mouawad quien interpreta la obra ‘Seuls’ (Solos) el sábado y domingo 15 y 16 de julio, en el Teatro Pérez Galdós
Por primera vez en Canarias, el dramaturgo Wajdi Mouawad representa una de sus obras, ‘Seuls’, en el Teatro Pérez Galdós, los próximos, sábado, 15 de julio, a las 20.00 horas, y domingo, 16 de julio a las 19.00 horas. Con la colaboración del Instituto Canario de Desarrollo Cultural del Gobierno de Canarias, el polifacético director del Théâtre National de la Colline de París protagoniza esta obra que cuenta con la dramaturgia de Charlotte Farcet y la colaboración del equipo técnico de las compañías Au Carré de l’Hypoténuse-France y Abé Carré Cé Carré-Québec.
Una reflexión sobre la soledad y la propia existencia en esta obra del actor, autor y director de origen libanés, Wajdi Mouawad, considerado por los críticos teatrales como uno de los mejores dramaturgos de culto contemporáneos desde que sorprendió en 2003 con ‘Incendies’, cuya versión cinematográfica estuvo nominada a los Óscar como Mejor película de habla no inglesa en 2011.
«Teatro de la emoción»
‘Seuls‘ (Solos, 2008) no pierde ni un ápice de esa etiqueta de «teatro de la emoción» asignada por la crítica gala, según Alberto Ojeda de El Español. El mismo Wajdi Mouawad, el único personaje en escena, da vida a un estudiante de Montreal de origen libanés llamado Harwan. Está a punto de volar a San Petersburgo para encontrarse con su mentor, el director Robert Lepage, para tratar sobre su tesis, cuando se entera de que su padre está en coma.
En San Petersburgo se queda encerrado una noche en una sala del Hermitage. Una noche que se convierte en dos mil años. En ese escenario silencioso, desangelado, un estudiante semidesnudo inicia un viaje de introspección, lleno de diferentes lenguajes, imágenes proyectadas, dígitos informáticos, juegos de sombras, dobles fondos, primitivas pinturas y sonidos indescriptibles.
Harwan se evade a su propio origen, planteándose cómo puede volver a ser él mismo cuando hace ya tanto tiempo que no usa ni su propia lengua materna. Entonces se pregunta: «¿Quiénes somos y quiénes creemos que somos?», compartiendo sin intención con el espectador sus reflexiones, sus emociones, sus ideas, su cerebro, sus pensamientos más íntimos, sus vergüenzas.
Una sucesión de acontecimientos le lleva a enfrentarse a sí mismo a través de la obra maestra de Rembrandt: ‘El regreso del hijo pródigo’. Su pasado, su fracaso o triunfo, la mirada de sí mismo, sin disfraces, con naturalidad, salvajismo y generosidad, ofrece al que le observa una experiencia única.