La Fiesta del Cine permitirá disfrutar de la asistencia a las salas, entre los días 3 y 6 de octubre, por el precio de 3,50 euros con el objetivo de relanzar esta actividad
Esta semana regresa a las salas españolas la Fiesta del Cine, una promoción en la que, del 3 al 6 de octubre, las entradas tendrán un coste de 3,50 euros en todos los espacios adheridos. Se trata de una iniciativa que pretende relanzar una actividad que ha superado la crisis, la pandemia y hasta el streaming.
Este evento, que cuenta con dieciocho ediciones a su espalda, consigue «que durante una semana se hable de ver películas y que estemos presentes en medios, redes sociales, amigos y familias», ha explicado Luis Gil, director de la Federación de Cines de España (FECE) -una de las entidades organizadoras- en unas declaraciones a Efe.
Así, esta nueva celebración llega en un momento crucial para el futuro de las salas. La última edición de esta cita, realizada el pasado mes de mayo tras dos años de parón a causa de la pandemia, acercó a los cines a 704.927 espectadores, lo que supuso una caída del 69,2% con respecto a octubre de 2019.
«Lejos» de las cifras prepandémicas
Más allá de la Fiesta del Cine, en base a los datos ofrecidos por el Ministerio de Cultura y Deportes, el último año prepandemia, se cerró con 16 millones de personas acudiendo al cine, lo que trajo consigo una recaudación de 94 millones de euros.
En este 2022, hasta el mes de agosto, el número de espectadores se sitúa en 5 millones, y la recaudación, en algo más de 31 millones de euros.
«Estamos muy lejos de las cifras prepandémicas», comenta Francisco Marichal, director de Multicines Tenerife, quien mantiene la esperanza de «que para mediados de 2023 estemos en cifras similares a 2019, porque ya este año va a ser imposible».
Y es que, aunque ambos coincidan en que los meses de verano han dejado buenos datos, la incertidumbre se ha apoderado del final de año debido a la situación económica.
El director de FECE explica que, por ejemplo, la factura de la luz se ha convertido en un hándicap importante. «Un cine realiza un uso intensivo de luz, y muchas salas ahora mismo están recibiendo unos importes de facturación que son inasumibles con los ingresos que obtienen».
El streaming como «forma diferente de ocio»
El streaming ha llegado para quedarse. Cada año, surgen nuevas opciones que ofrecen un catálogo de películas para todos los gustos, estrenos simultáneos a los cines o incluso filmes que no han llegado a proyectarse en salas.
Por un precio mensual que ronda entre los cinco -Prime Video o Apple TV- y los nueve euros -Netflix, HBO Max o Disney +- los usuarios pueden consumir contenidos ilimitados, frente al coste de 6 a 8 euros que presentan la mayor parte de pases de cine.
En el caso de Multicines Tenerife, el importe de las entradas se sitúa, desde hace 10 años, alrededor de los 5 euros.
«Existen pocos sitios de ocio donde pasar cerca de tres horas entretenido por ese precio; tomarte algo en una terraza cuesta casi lo mismo y no da para tanto», defiende Marichal.
El representante de FECE, por su parte, considera que hay factores que afectan más a los cines que el precio, como es el tiempo de estancia en cartelera.
Antes de la existencia del streaming, los estrenos permanecían disponibles durante 112 días, mientras que ahora se ha reducido a unos 45.
Regulación frente al streaming
Desde FECE han reclamado una regulación concreta para este tema: «Aún no hemos obtenido respuesta, pero nuestra posición es clara. Necesitamos un mínimo de 100 días en ventana para garantizar la recuperación total del sector», explica Gil.
Pese a ambas cuestiones, no considera que el streaming sea el fin del cine convencional, ya que «son dos formas distintas de ocio».
«El cine tiene un gran componente social, puedes compartir la experiencia en un espacio lleno de desconocidos con tus mismas sensaciones y desconectar durante dos horas. En casa, el consumo suele ser individual y estás rodeado de estímulos que no te permiten centrarte», comenta Gil.
Marichal suscribe estas palabras, y apunta que las plataformas no son una competencia para el cine. «En su momento la piratería ofrecía lo mismo, y además gratis, así que hay que ver como un avance y no como un problema que la gente pague por el streaming«.
«A lo largo de los años se ha dado muchas veces por muerto al sector. Con la llegada de la televisión, el DVD, y ahora, con el streaming, la pandemia y la crisis. Pero el cine en salas siempre sigue y seguirá sobreviviendo”, concluye el director de FECE.