La Fundación Telesforo Bravo responde a Rosa Dávila por la intención de prohibir las manifestaciones de ‘Canarias tiene un límite’ en el Parque Nacional de El Teide.

La polémica sobre el uso del Parque Nacional del Teide como escenario para protestas ciudadanas alcanza un nuevo nivel de tensión. En declaraciones al programa De La Noche Al Día, de La Radio Canaria, Jaime Coello, portavoz de la Fundación Telesforo Bravo, ha respondido duramente a las críticas de la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila.
«La controversia viene por la presidenta del Cabildo, que nos acusa de convertir a El Teide en un manifestódromo y en un decorado para luchas políticas», ha afirmado Coello. «Realmente, El Teide se ha convertido en un decorado para superproducciones de Hollywood, anuncios e incluso películas porno. Eso es El Teide ahora mismo», ha sentenciado.
Las declaraciones surgen tras el anuncio de una manifestación convocada por el movimiento ciudadano Canarias tiene un límite, prevista para el próximo 7 de junio en el Parque Nacional del Teide. La protesta busca denunciar lo que consideran una gestión «insostenible» de este espacio y rechazar la transferencia de competencias del Gobierno autonómico al Cabildo tinerfeño.
El movimiento, que ya ha logrado movilizar a más de 22.000 personas en otras islas, reclama un cambio profundo en el modelo turístico y urbanístico del Archipiélago, señalando los impactos del turismo masivo y la especulación sobre el territorio.

«Si se permite a ‘Canarias tiene un límite’, cada día podemos tener una manifestación distinta en El Teide»
Frente a esta convocatoria, la presidenta Rosa Dávila ha anunciado que el Cabildo emitirá un informe desfavorable y solicitará a la Delegación del Gobierno que impida la manifestación en el Parque.
«Las plataformas pueden manifestarse en el lugar que quieran, pero en un Espacio Natural Protegido como El Teide no», aseguró en La Radio Canaria. «Si hoy se permite a Canarias tiene un límite, cada día podemos tener una manifestación distinta en El Teide».
Dávila argumenta que un Parque Nacional no puede convertirse en escenario de protestas frecuentes, y ofreció como alternativa otras ubicaciones fuera del entorno protegido.

La situación ha desatado un debate social sobre la compatibilidad entre la protección de espacios naturales y el derecho a la libre expresión. Mientras tanto, El Teide se sitúa, una vez más, en el centro del foco mediático y político del Archipiélago.