La mitad de los españoles considera que España debería intervenir militarmente junto a la OTAN en Ucrania en el conflicto con Rusia y la otra mitad no, según revela el barómetro del Real Instituto Elcano.
La encuesta muestra un 48 por ciento a favor y un 52 por ciento en contra, una diferencia que es justo el margen de error de la encuesta, como ha precisado la investigadora principal del centro, Carmen González Enríquez.
Para realizar el barómetro, se han realizado encuestas en dos oleadas: una primera el pasado mes de noviembre con 1.000 encuestados y una segunda realizada en febrero con llamadas telefónicas a 500 personas para profundizar en el tema de la crisis de Ucrania por su interés.
Así, se ha podido determinar que la opinión pública española está dividida en dos mitades respecto a si España, junto a la OTAN, debería intervenir militarmente en caso de que se produjese un conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
Rusia se ha colocado como la primera amenaza a la seguridad
El despliegue militar ruso de los últimos meses en torno a Ucrania ha producido un sustancial aumento de la percepción de Rusia como amenaza. De hecho, entre la primera y la segunda ola del trabajo de campo Rusia haya pasado de ser citada como amenaza por el 5% a serlo por el 34%. Ocupa así el primer puesto como amenaza a la seguridad por los españoles.
Para los encuestados, el pasado mes de noviembre el terrorismo yihadista era percibido como la primera amenaza posible. Sin embargo, tras los últimos meses Rusia se colocó en primer lugar, seguido de Marruecos y en tercer lugar, el terrorismo.
Pese a esa referencia al terrorismo yihadista, en España la percepción de riesgo de un ataque terrorista es baja, revela el barómetro. Destaca que la principal medida contra ese terrorismo es el control de las webs que promueven la radicalización.
Las mujeres son más contrarias a la intervención
En cuanto a quienes apoyan o no la intervención de España y la OTAN en la crisis de Ucrania, cabe señalar que, según el barómetro, las mujeres son más contrarias que los hombres a una posible intervención, como lo son los más jóvenes, los que tienen un menor nivel educativo y los que se sitúan más a la izquierda en el espectro ideológico.
La encuesta también ha preguntado por cuáles deberían ser las prioridades de la política exterior española. Un tema en el que destaca la lucha contra el cambio climático, a distancia de un bloque compuesto por tres objetivos: la ayuda al desarrollo, el apoyo a las empresas españolas en el extranjero y el abastecimiento de gas, petróleo y electricidad.
En cuanto al nivel de europeísmo de los españoles, la encuesta revela que ha aumentado la satisfacción por la pertenencia a la UE hasta el 91%. La opción anti-UE se ha reducido hasta el 8 por ciento, lo que contrasta con una desafección que llegó a ser del 42% en la anterior crisis económica.
Entre los asuntos por los que se interesa el barómetro también destaca la situación de los países del sur del Mediterráneo. Una región sobre la que los españoles se muestran más bien pesimistas ya que consideran mala la situación (3,9 sobre 10) y solo un 23% cree que esa mejorará.
La gran mayoría (76%) considera que los problemas del norte de África y este del Mediterráneo afectan a España, y que nuestro país debe actuar en la zona para ayudar a solucionarlos (74%).