Hace un año que se encontró el cuerpo de Olivia, la mayor de las dos menores tinerfeñas asesinadas presuntamente por su padre, Tomás Gimeno
Este viernes 10 de junio se cumple un año del hallazgo del cuerpo de Olivia, la mayor de las dos menores asesinadas presuntamente por Tomás Gimeno, su padre, en Tenerife. El Buque Ángeles Alvariño fue la pieza clave de esta búsqueda que conmocionó al mundo. Las labores para encontrar a su hermana se suspendieron por parte del juzgado debido a la dificultad que entrañaban. Sin embargo, el caso, actualmente está archivado hasta localizar el cadáver del presunto asesino.
El buque oceanográfico Ángeles Alvariño descifró hace un año el peor de los rompecabezas al hallar una bolsa en la que se encontraba el cadáver de Olivia.
En este sentido, Joaquín Amills, portavoz SOS Desaparecidos, considera que «todo el mundo supo ir acoplando las piezas para ese puzzle, que dio como fruto poder localizar a Olivia, que fue un milagro».
Se trataba de la primera vez que un barco de estas características participaba en una búsqueda así. El sonar, el robot submarino y el tesón de su tripulación lograron encontrarla. Ante esto, su madre, Beatriz Zimmermann, no dudó en reconocer su labor.
«Es la primera vez en la historia que se encuentra un cuerpecito en esas profundidades», dijo entonces. «Ha sido un acto heroico, donde por muy duro que sea, es la verdad y la verdad es lo único que nos hace libres y nos hace avanzar», añadió. «No tengo palabras, solo admiración por ellos», concluyó la madre de las pequeñas.
Anna y Olivia marcaron un antes y después en la visibilización de la violencia vicaria y es el claro ejemplo de la forma más cruel de maltrato hacia las mujeres.