El acto de clausura de la convención itinerante del PP de Canarias ha cerrado con Cuca Gamarra, secretaria general y portavoz del PP en el Congreso. Ha afirmado que los PGE 2023 son una «gran hipoteca general del Estado» económica y política
La secretaria general y portavoz del Partido Popular (PP) en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra, clausura este sábado en Tenerife la convención itinerante del PP de Canarias que arrancó el sábado de la semana pasada con el presidente, Alberto Núñez Feijóo.
El acto de clausura se celebró a las 11.00 horas en el Cine Víctor de Santa Cruz de Tenerife y lo abrió el presidente del PP de Canarias, Manuel Domínguez, que desgranó su ‘Plan para gobernar Canarias’. Ha asegurado que el PP de Canarias es «la gran esperanza» del archipiélago, ya que, observó, tiene un plan para gobernar y los isleños ya no esperan «nada» del presidente regional, Ángel Víctor Torres.
«Estamos en muy buenas manos en Canarias porque Domínguez sabe gobernar para todos. Lo ha demostrado en Los Realejos y es lo que quiere hacer en Canarias a partir de mayo tras las elecciones autonómicas», apuntó para añadir que en las islas «se siente la necesidad de cambio».
Allí, Gamarra, ha afirmado que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) 2023 son una «gran hipoteca general del Estado» económica y política para las próximas generaciones. Asimismo, ha lamentado los compromisos a los que puede llegar el presidente, Pedro Sánchez, con independentistas y Bildu para sacarlos adelante.
Los PGE han sido «desmentidos»
«En el momento en el que los españoles necesitan más certidumbres, lo que tenemos es el Gobierno más desmentido de la democracia porque ha fallado absolutamente en todas las previsiones económicas que se han hecho desde que Sánchez llegó al poder», aseveró.
Gamarra insistió que el proyecto de PGE ha sido desmentido por «todas las organizaciones» nacionales e internaciones, públicas y privadas que se han pronunciado sobre el mismo. «Nadie es capaz de refrendar el marco macroeconómico y las expectativas económicas que dice Sánchez que tiene para nuestro país», continuó.
Por lo tanto, entendió que no se está ante un proyecto «serio» e hizo especial hincapié en que cuando un autónomo, un inversor, un empresario o cualquier familia hace sus previsiones lo lleva a cabo en base a unas expectativas económicas.
«Y cuando se juega con esto, no se juega con lo propio, se juega con el futuro de la gente porque se les aboca a un futuro equivocado», observó. Además, añadió que con la «propaganda no se puede gobernar de forma responsable».
Unos PGE «para mejorar la vida de Sánchez»
Para la popular, tal y como ha expuesto en la clausura de la convención itinerante del PP, España no necesita «un Sánchez», sino un Gobierno responsable. Así, aseguró, los PGE 2023 son los que le vienen bien al presidente para seguir en La Moncloa, no a los españoles. «Están pensados para mejorar la vida de Pedro Sánchez», declaró.
Gamarra pidió de este modo explicaciones de por qué no se retira un presupuesto que tiene un marco macroeconómico «completamente desfasado» que «nadie avala»; que excluye a las clases medias de «cualquier tipo» de rebaja fiscal que ayude a aliviar la inflación; o que van a suponer 190 millones de euros diarios de deuda. «Esto significa –indicó– que los PGE son una gran hipoteca general del Estado, que es una cosa bien diferente».
Además, la secretaria general de los populares ha comentado que el presidente de España es el que más ha endeudado a los españoles en menos tiempo, un «récord» que no es el que tendía un buen gobernante.
«¿Qué contrapartidas está dispuesto a pagar Sánchez?»
«Sánchez tiene también que dar explicaciones no sólo sobre las partidas presupuestarias, sino también sobre las partidas políticas que está dispuesto a pagar.
En este sentido, recordó que en las últimas horas se han escuchado las «exigencias» de algunos «socios» de Gobierno de Sánchez. «Los que él ha elegido», matizó. «Independentistas y Bildu».
Asimismo, se cuestionó sobre «cuál es el compromiso personal que dice tener con los independentistas para reformar el delito de sedición».
«Eso no es un compromiso personal con los españoles, sino con aquellos que todavía no han rendido cuentas ante la Justicia y un gobernante no negocia con quienes no se han puesto delante de la Justicia a rendir cuentas», dijo para preguntarse si ese es el precio que Sánchez está dispuesto a pagar.
Por otro lado, Gamarra aseguró que los españoles tienen derecho a saber si se está ante el escenario que Otegui dijo hace un año en relación a otros PGE que apoyó Bildu, «que es que si tenían a 200 presos etarras condenados en las cárceles tenían que salir a las calles y que si para eso había que apoyar unos PGE lo apoyarían».
«Un año después tenemos otros PGE y hemos visto cómo Bildu apoyó los del año pasado, cómo se han acercado condenados por terrorismo a sus casas y cómo se han concedido terceros grados que incluso han sido revocados. La pregunta a Sánchez sigue siendo la misma: ¿Va a pactar con Bildu el acercamiento de presos para que apoyen los PGE?», concluyó.
«Fiasco» en la gestión de los fondos europeos
De igual forma, Gamarra ha denunciado este sábado el «fiasco» de la gestión de los fondos europeos y la frustración que esta situación produce en los sectores económicos importantes para España porque «no están llegando». «Son mucho más que cifras», matizó. «Esto significa que la esperanza y las expectativas que se generaron para los españoles por la llegada de 140.000 millones de euros se están frustrando». Hay «mucho anuncio y mucha propaganda, pero poco más porque los fondos no están llegando».
La popular ha hecho especial hincapié en que esta situación está haciendo que sectores «importantísimos» para España que necesitaban los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (Pertes) vean como la realidad es que se anuncian, pero no se materializan.
«Y si hablamos del Perte de vehículos eléctricos, vemos cómo esos 3.000 millones de euros que tenían que llegar al sector, no están llegando. Se habla también de una adjudicación de 850 millones, lo que supone que esas expectativas que se habían generado en torno a más de 60 empresas se conviertan en frustración y en el abandono de inversiones», aseveró.
