Los expertos aseguran que la colada de lava que obligó el martes al desalojo de varias zonas avanza lentamente
La superficie afectada por la erupción de La Palma es ya de 640,27 hectáreas. Esa cifra es 27,94 hectáreas más que la última medición. La anchura máxima de la colada es de 1.770 metros, lo que supone 250 metros más que el día anterior.
El director del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, aseguró este miércoles que un total de 1.541 edificaciones han sido afectadas por la lava del volcán. De ellas 1.408 destruidas y 83 en riesgo según datos del sistema de Copernicus. Según los datos catastrales de uso residencial han sido afectadas 763 viviendas, 89 de uso agrario y 45 de uso industrial. Además, 22 estaban destinadas al ocio y la hostelería y 18 a diferente uso público.
La nueva colada está actualmente a 200 metros del mar fluye hacia el oeste y noroeste. Morcuende aseguró que «avanza muy lentamente» y es posible que «no vuelva a caminar».
El final de la erupción no parece estar cerca
La portavoz del comité científico del Pevolca, María José Blanco, aseguró que según los datos recabados, la erupción no está cerca de su fin. Los gases expulsados han formado columnas a 3.000 metros de altura con 17.774 toneladas diarias de dióxido de azufre y 1.234 toneladas de dióxido de carbono.
Blanco también aseguró que actualmente el «clima es favorable pero se espera para el 15 y 16 de este mes la entrada de aire seco que propiciará una situación desfavorable» y que podría afectar a la operatividad del aeropuerto palmero.
Personas evacuadas
En cuanto a las personas evacuadas hay 6.400 fueras de sus casas. Algunos se han desplazado a segundas residencias y otros a casas de familiares o amigos. 6.000 personas son residentes y 400 son turistas que han sido trasladados a Tenerife.
Entre las personas evacuadas el pasado martes, Morcuende especificó que nueve de ellas tenían movilidad reducida por lo que han sido trasladadas a centros hospitalarios. También hay 280 personas albergadas en un hotel del Fuencaliente.
Morcuende ha querido insistir en el mensaje de que la afección de la erupción volcánica en la isla es de un 8 por ciento del territorio. «La isla, apuntó, es una isla segura, es decir hay un 92% del territorio que no está afectado». Añadió que «salvo en el Valle de Aridane, que ya es mucho, en el resto de la isla la vida transcurre con normalidad».
También quiso hacer referencia al consumo de pescado de la isla y apuntó que «el pescado faenado en la isla es de calidad, de la misma calidad que lo era antes de la erupción».
