La concienciación ciudadana se ha convertido en un aliado imprescindible para la protección de vidas en situaciones de fenómenos meteorológicos adversos
- Tenerife prepara las vías para poder subir a ver la nieve
- La borrasca Emilia deja tras la nevada un descenso de las temperaturas en todas las islas
- Galería de imágenes de la borrasca Emilia en Canarias
- Toda la información del tiempo en Canarias
Canarias no está exenta de sorpresas meteorológicas y un ejemplo de ello es el que se ha vivido el fin de semana, la borrasca Emilia, que ha dejado nieve, lluvia, viento y mal estado del mar en las islas. Aunque no se han producido incidentes de especial gravedad, sí que hubo numerosos daños en infraestructuras públicas y privadas.
Lluvias torrenciales, vientos intensos, calima y oleaje elevado son fenómenos que pueden poner en riesgo a la población y los bienes materiales si no se actúa a tiempo. Por eso, la concienciación ciudadana se ha convertido en un aliado imprescindible.
En los últimos años, instituciones como la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y la Dirección General de Seguridad y Emergencias han intensificado su labor de información y prevención. Alertas a través de aplicaciones móviles, campañas en medios de comunicación y simulacros locales buscan que los ciudadanos reconozcan los riesgos y actúen de manera responsable. Estar informado puede marcar la diferencia entre un accidente y una situación controlada.
La prevención, clave
La educación en prevención es clave. Conocer cómo actuar ante lluvias intensas, rachas de viento o episodios de calima permite a la población tomar decisiones seguras: evitar desplazamientos, asegurar objetos al aire libre o preparar kits de emergencia en casa. Además, fomenta la solidaridad vecinal, un factor que aumenta la resiliencia de la comunidad ante cualquier eventualidad.
Sin embargo, todavía existen desafíos. La percepción de riesgo no siempre coincide con la realidad, y algunas personas subestiman la gravedad de los fenómenos meteorológicos. Por ello, las autoridades insisten en la importancia de mantener campañas continuas, incorporar tecnologías de alerta temprana y promover la cultura de prevención desde la escuela.
La prevención no es solo tarea de los organismos oficiales, sino una responsabilidad compartida. Una ciudadanía bien informada y consciente ante los fenómenos de la naturaleza se traduce en vidas protegidas.


